Los vecinos acercaban utensilios e incluso platos de torrijas a los acampados
Ocurrió hace 23 años y comenzó con una instalación de trece tiendas de tipo canadiense en la Plaza de los Reyes, frente al edificio de la Delegación del Gobierno.
Al cabo de una semana ya eran dieciséis las tiendas en las que varios ciudadanos acampaban en la calle para intentar frenar el Estatuto de Autonomía de Ceuta.
El texto que convertiría a Ceuta en una ciudad autónoma y que fue impulsado por el Gobierno de Felipe González no contó solo con el rechazo de la Asamblea (solo votaron a favor del estatuto los tres ediles del PSOE).
En la calle, un movimiento popular intentó frenar la propuesta que convertiría a Ceuta en autonomía, dejando así de depender de la provincia de Cádiz.
Los campistas reunieron más de cinco mil firmas contra el texto que convertiría Ceuta en una ciudad autónoma
Se reunieron más de cinco mil firmas para un escrito que sería enviado al Defensor del Pueblo, instándole a intervenir en el asunto.
Durante las más de dos semanas que duró la acampada, El Faro de Ceuta recogió los testimonios de las protestas, con anécdotas como las de vecinas que dejaban platos de torrijas en la acampada además de interesarse por el conflicto.
La acampada se levantó con una cacerolada frente a la Delegación de Gobierno a la que acudieron alrededor de unos 200 personas.
El término de la misma coincidió con la aprobación en el Senado de los estatutos, tanto el de Ceuta como el de Melilla, el 22 de febrero de hace 23 años.