Las obras deben iniciarse y llevarse a cabo con cabeza. Ese ‘con cabeza’ supone no dejar víctimas en el camino. Víctimas convertidas en invisibles ante una administración que no responde con urgencia a lo que lo es.
Desde hace unos meses varias familias, entre las que hay abuelos y niños, se han quedado aislados en el entorno de la frontera.
Viven en las casas bajas situadas justo debajo del colegio Príncipe Felipe y se han quedado bloqueados teniendo como única alternativa la subida y bajada por un auténtico camino de cabras.
Los niños que acuden al colegio tienen que subir y bajar por ese terraplén, a no ser que den toda la vuelta por un camino embarrado que les lleva a salir prácticamente a la carretera. ¿Se imaginan que esto ocurriera en cualquier colegio del centro? ¿Que los niños que allí acuden tuvieran que acudir en estas condiciones para poder cumplir con las clases diarias? A buen seguro que se hubiera montado una buena, tanto que la situación no se hubiera mantenido en el tiempo.
No puede permitirse que haya ciudadanos que no tengan los mismos derechos y nada se haga
Pero en el Tarajal y su entorno se permite que suceda de todo. Cualquier tropelía tiene su espacio sin que obtenga un rechazo en condiciones por parte de quienes son competentes. ¿No hubiera sido lógico que en la planificación de la obra, en los derrumbes previstos de la escalera, en el desarrollo de las distintas actuaciones... se hubiera previsto qué hacer con las familias que residen en la última esquina de Ceuta?, ¿no tendrán los mismos derechos que el resto?, ¿poner en riesgo la vida de los que allí residen, de los niños, no tiene una responsabilidad?
Estos temas ‘domésticos’, estos asuntos que afectan a unos pocos no interesan, no dan votos, no son siquiera motivo de preocupación para los que juraron defender a todos los ciudadanos por igual, pero en la práctica no lo hacen.
“Si ocurre una urgencia estamos aislados”, nos cuentan los afectados. ¿Y si realmente ocurre qué pasará?, ¿y si la ambulancia no llega?, ¿y si ese aislamiento carece de soluciones urgentes? Estas preguntas deberían tener su respuesta. Pero la Administración pasa, como lleva años pasando con las tropelías que se producen en el mismo escenario fronterizo, culminación de todo este desaguisado cuyos responsables tienen nombre y apellidos, aunque no les veamos el rostro porque se esconden. Cual tortugas. Así son.