Los dictámenes que consideran que “no se exige un periodo de información pública” ven “recomendable” que se dé al proyecto “general conocimiento” por esa u otras vías
La Consejería de Fomento del Gobierno de Ceuta maneja dos informes técnicos que coinciden en que el proyecto de reforma de la avenida Sánchez-Prados, la Plaza de África, Jáudenes y aledaños es una “obra ordinaria” que “no tiene por objeto desarrollar integralmente el conjunto de determinaciones de un Plan de Ordenación” y en cuya tramitación no hace falta ir más allá de la “contratación administrativa”. “No se exige un periodo de información pública, en contraposición a los proyectos de urbanización, sin perjuicio de que cualquier procedimiento puede incorporarlo, siendo recomendable el general conocimiento en aras del interés general así como atender a los principios de transparencia y buen gobierno pero que en cualquier caso pudiera hacerse por otros medios como la difusión a través de la prensa, reuniones con colectivos afectados, webs...”, resume uno de esos dictámenes, a cuyo contenido ha tenido acceso ‘El Faro’.
El programa de necesidades definido por la Administración autonómica para abordar este proyecto, que según el Gobierno de Vivas costará 7,8 millones de euros y lo ejecutará Tragsa por encomienda de gestión, incluye la conservación “de la parada de taxis de la Gran Vía, de sus carriles de circulación y el de Jáudenes y del estilo de la Plaza de África”; la “reordenación” del tráfico de ese espacio; la “renovación” de los accesos al aparcamiento subterráneo; la “eliminación de las barreras arquitectónicas”; la “puesta en valor de los restos arqueológicos del Convenio de los Trinitarios”; y la “unificación de criterios en el diseño de las calles adyacentes”.
Las “farolas de gran porte y estilo modernista” serán el elemento “unificador”
Según los informes técnicos, “el principal elemento integrador” de la futura Gran Vía que “marcará la imagen de todo el conjunto” serán las “farolas de gran porte y estilo modernista con pinceladas eclécticas” que se van a colocar y que serán “de hierro forjado con elementos singulares como una esfera almilar en la parte superior, el escudo de la ciudad y un dragón como elemento de sustentación”.
En paralelo, se reformarán los tres accesos peatonales al aparcamiento subterráneo “utilizando los materiales elegidos para las farolas” con elementos “ajardinados” e “integrando en algunos casos las palmeras que existen a lo largo de toda la avenida”.
El tercer eje del proyecto pasa por el diseño de un “pórtico de arcos de medio punto enmarcado con pilastras” para “unificar” la fachada del pabellón militar ubicado enfrente de la Asamblea “con los soportales que recorren toda la Gran Vía”, destinando dos paños “para colocar sendos azulejos que expliquen el origen del Convento de los Trinitarios y la historia de Jesús Nazareno Rescatado Medinaceli, la imagen de Nuestra Señora de África y la existencia del Pendón Real de origen del escudo de la Ciudad”.
Los técnicos ven bien “por transparencia y buen gobierno” darle difusión al proyecto
En la esquina entre la calle Víctori Goñalons y la avenida Sánchez-Parados se pretende “crear una entrada más acorde” a la Gran Vía que la “plazoleta construida con carácter provisional que presenta un aspecto deteriorado actualmente”. A tal efecto se ha diseñado “un jardín vertical que oculte las medianeras visibles y complete con los soportales con una pérgola de las mismas dimensiones que ellos”.
Plaza de África y Jáudenes
Al otro lado, en la Plaza de África, “se ampliarán los límites de la misma hasta alcanzar las edificaciones que la rodean” y “se peatonalizarán las calles Valentín Cabillas y Pepe Durán, incorporando con ello la Catedral y el Santuario de la Virgen de África al espacio de la plaza”.
Cuatro “pequeñas fuentes” se ubicarán en las esquinas de la plaza “para aportar el elemento agua que no existe actualmente” y tendrán “unas farolas de ocho brazos estilo fernandino a semejanza de las farolas que ya están colocadas en toda la zona”.
Según un informe, la obra “no desarrolla íntegramente un Plan de Ordenación”
Finalmente, en Jáudenes “se eliminarán los aparcamientos para poder ensanchar las aceras, sustituyendo los magnolios existentes por árboles de menor porte”.
También se buscará “una redistribución de las farolas”, “integrar la calle con la Plaza Menahem Gabizón”, “trasplantar las palmeras de ese espacio debido a su tamaño desproporcionado” y “eliminar el mayor número de escalones y barreras arquitectónicas”.
Las calles Valentín Cabillas y Pepe Durán serán peatonalizadas
El plazo de ejecución de las obras se estima en catorce meses para actuar sobre los 22.560 metros que comprende la operación urbanística, que para los técnicos se interpreta como una “remodelación del aspecto superficial del ámbito descrito” que solamente debe considerarse “obra ordinaria” o, en el caso de la construcción del pórtico de los Trinitarios o las nuevas cubriciones de los accesos a los aparcamientos, “obras civiles singulares”.
Los motivos de Caballas para que salga a información este “proyecto de urbanización”
La coalición cree que el trámite “no es una facultad, sino una obligación” para la Ciudad Autónoma
Caballas considera que le sobran los motivos políticos y técnicos para exigir que la obra de la Gran Vía y su entorno, desde su punto de vista un “proyecto de urbanización” sin ningún género de dudas, sea sometido al trámite de información pública que el Gobierno del PP rechaza porque “no es necesario” a la luz de los informes técnicos que obran en su poder y porque “dilataría los plazos”, según Hachuel, para acometer una inversión que se considera clave para dinamizar la zona centro.
Caballas cree que no, que no hay más que un afán “partidista” de inaugurar la obra antes de las elecciones y que para ello hasta se han encargado informes “a técnicos que hasta la fecha no habían firmado ni uno de este tipo”.
Los técnicos analizan si Tragsa podría o tendría que mantener el Convenio Colectivo
Más allá de esa lectura de parte, los localistas esgrimen el Reglamento de Participación Ciudadana, la Ley de Transparencia, la de Suelo y Rehabilitación Urbana y hasta la jurisprudencia de lo Contencioso-Administrativo para concluir que “todos los instrumentos de ejecución urbanística deben ser sometidos al trámite de información pública, que no es una facultad sino una obligación”.
Caballas entiende que el proyecto “es de urbanización y debe ser considerado instrumento de ejecución urbanística” a la luz de lo que recogen las Normas Urbanísticas del PGOU.
“No es una obra ordinaria porque está vinculada al Plan Especial de Reforma Interior de la Gran Vía; porque no puede ser considerada parcial, ordinaria o puntual; y porque reforma el viario”, han concretado fuentes de la formación localista, que ya ha advertido en reiteradas ocasiones que si el Gobierno elude la información pública acabará en el Juzgado.
“Es un proyecto de urbanización general que, como tal, debe seguir el procedimiento señalado para los Planes Parciales, que, entre otros trámites, introduce una fase de información pública”, resumen desde la coalición, que alerta de que si la Ciudad lo regatea podría estar “incurriendo en un vicio de procedimiento” que, en su caso, “invalidaría la aprobación de la obra ordinaria”.
“Modificación unilateral del planeamiento general” del PGOU
Caballas recuerda que el PGOU vigente ha visto desarrollada hasta ahora “buena parte” de su previsión de peatonalización (en el Paseo del Revellín, la calle Real, González de la Vega...) pero “quedan otros puntos por llevar a cabo y para ellos está previsto un trámite de audiencia que aquí no se ha dado”.
Más allá, “el documento, parte integral del PGOU, no contempla la peatonalización del ámbito que aquí nos ocupa [en concreto, las calles Valentín Cabillas y Pepe Durán], por lo que nos situaríamos ante una modificación unilateral del propio planeamiento general al respecto”.
Como el PERI de la Gran Vía “tampoco lo contempla” ello “podría suponer una modificación y, desde luego, una modificación del proyecto de urbanización aprobado y ejecutado”. “Hay que tramitar, por tanto, los procedimientos correspondientes para hacer viable jurídicamente el proyecto”, opina.
La farolas modernistas quedan bien en una calle modernista como el Paseo de Gracia, pero en la Gran Vía van ser un pastiche de nuevo rico.