Tras el anuncio hecho por la Ciudad de estudiar “medidas correctoras” para mejorar la limpieza, han llovido todo tipo de valoraciones. Hablar de la basura y del contrato de limpieza pública siempre ha generado polémica, algo propio del manejo de cifras millonarias y de la resaca, que aún sigue, de épocas gilistas nunca aclaradas.
La ciudadanía entiende que subir en este momento el dinero para conseguir que Trace dé el resultado que ahora no se ve es algo así como la más pura escenificación de una merienda de negros de la que todos saldrán contentos. Todos menos el ciudadano.
Porque a nosotros lo que nos interesa es que no nos tomen el pelo, es decir, que no hagan lo que convenga con nuestras quejas. Ahora sí que debe valer el cúmulo de denuncias que hay porque Ceuta está sucia. Hace unos meses, existiendo esa misma expresión, no se lograba ninguna reacción, ni tan siquiera era asunto digno de ser abordado en un Consejo de Gobierno.
Todo, debe ser, tiene su momento. Y ahora ha llegado el de incrementar los recursos económicos a una empresa que, se suponía, ya sabía el pastel con el que se iba a topar.
Esas “medidas correctoras” (término con el que reducen la excusa de que hay que pagar más) serán especificadas en breve. De momento, el propio Vivas ya avanzaba posibles focos de atención: las barriadas y el fin de semana.
Esos focos que ahora tienen que concretarse llevan cojeando desde hace tiempo. Ni las barriadas ni el propio centro están al nivel de limpieza de hace unos años. Y eso lo ve cualquiera que venga a la ciudad después de tiempo sin visitarla o quienes tendemos a pasear poniendo la mirada en todo lo que nos permita nuestro recorrido.
Si subir el 10% a Trace supone que la ciudad esté limpia cabría preguntarse por qué antes, con menos dinero, sí se tenían los recursos necesarios para mantener el nivel que se necesita.
Ceuta está sucia ahora, pero también lo lleva estando varios meses. Como también tiene sus infraestructuras básicas abandonadas (cualquiera puede comprobar el estado de la red de carreteras). Nadie se ha preguntado el porqué de esta situación arrastrada, por qué hasta ahora no se ha visto necesario sacar como una excusa la necesidad de invertir más dinero... ¿qué pensarán quienes pudieron presentarse a la adjudicación del servicio pero no lo hicieron porque no podían competir con una oferta tan baja?