Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se han vuelto a organizar los mismos actos protocolarios de cada año. Nada cambia. Las mismas palabras, similares compromisos y los manifiestos sacados del corta y pega de internet. Se publicita lo que venden como un compromiso para que exista una plena igualdad, pero luego, a pie de campo, todo sigue igual.
No habrá una igualdad plena ni se le respetará a la mujer mientras ésta siga arrastrando el dilema de cómo compaginar la vida laboral y familiar. Cómo afrontar el ser madre y a la vez trabajadora. Cómo desarrollar una vida plena familiar y laboralmente sin obstáculo alguno. Esto, hoy por hoy, sigue siendo un imposible para muchas mujeres que terminan optando por no tener hijos o solo tener uno por miedo a perder su trabajo o ante la imposibilidad de compaginar el tiempo suficiente que ellos necesitan con un empleo que no lo tiene en cuenta.
Los empresarios y cargos directivos, en su amplia mayoría hombres, manejan sus empresas bajo una óptica que difícilmente va a entender a la mujer. Cómo explicarle al empresario de turno que hay que dejar todo a un lado porque toca la hora de la teta y da igual el contrato que se tenga que firmar porque el hijo recién nacido no entiende de eso. Difícil de entender, el empresario olvida pronto su época de guerrero lactante y termina convirtiéndose en un mamón, recomendándote eso de que mejor no tener hijos. ¿Cómo explicarle al mandamás de turno que a una mujer nunca se le tiene que obligar a elegir?, ¿que la maternidad, el embarazo y la vida que vendrá después no tienen por qué ser un problema, un lastre, una marca que merme tu capacidad laboral?
En un mundo manejado por hombres, con decisiones que llevan su razonamiento es normal que exista un Día dedicado a nosotras pero no a ellos. Todo está estudiado, hasta el marketing para aliviar el estrés con el que miles de mujeres tenemos que aprender a vivir, multiplicándonos por veinte para adaptar la vida laboral con la atención que merece la mirada de nuestros hijos, esas que solo las madres sabemos interpretar.
No debería ser un problema, no tendría por qué ser tan complicado. Si existiera es plena igualdad que nos comentan ni tan siquiera sería necesario echar mano de parches y decisiones políticamente correctas. Hoy existe este Día porque nosotras, las mujeres, todavía seguimos condenadas a hacer juegos malabares para atender nuestros trabajos y nuestros hijos, que son nuestra vida.