Nada ha cambiado en el régimen iraní tras la no democráticas elecciones presidenciales de hace unos días. En primer lugar porque no se pueden llamar elecciones a un proceso electoral donde sólo se permite que se presenten los candidatos que Jameneí y los Guardianes de la Revolución aceptan. Por ello no ha podido presentar candidato, su simple estancia de Teherán le hubiera supuesto la cárcel o la muerte, el Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI), que es una amplia coalición de organizaciones, grupos y personalidades democráticas que se fundó en 1981 por la iniciativa de Masoud Rajavi, líder de la resistencia Iraní. y que desde el año 2003 permanece escondido para salvar su vida.
Los diez puntos del Programa de la lider, Maryam Rajavi, elegida por la Resistencia Iraní para el Futuro de Irán son :
1. La urna electoral es el único criterio para la legitimidad.
2. Queremos un sistema plural, libertad de partidos y asambleas. En el Irán de
mañana, respetaremos todas las libertades individuales.
3. En el Irán libre de mañana la pena de muerte será abolida.
4. La Resistencia Iraní establecerá la separación entre religión y estado. Cualquier persecución contra los seguidores de otras religiones será prohibida.
5. Creemos en la igualdad de género en la política y los derechos sociales. También en la participación de la mujer en el liderazgo político. Cualquier forma de discriminación contra la mujer será abolida.
6. Queremos instalar un sistema moderno legal basado en el derecho de principios de presunción de inocencia, el derecho a la defensa. La independencia de los jueces. La cruel degradación de los castigos no tendrán sitio en el Irán de mañana.
7. Nos comprometemos con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
8. Reconoceremos la propiedad privada, la inversión y la economía de mercado.
9. Nuestra política exterior estará basada en una pacífica coexistencia, internacional y regional y en la paz y la cooperación.
10. Queremos que el Irán libre de mañana sea sin armas nucleares ni armas de destrucción masiva.
Cualquier demócrata del signo político que sea, está y estará de acuerdo con esos diez puntos.
Para apoyar la necesidad del cambio en Oriente Medio, y en especial en Irán, donde cada día es más grande la fractura social, un grupo de parlamentarios españoles hemos asistido el pasado fin de semana en París, a la Concentración Internacional en apoyo al régimen iraní en la oposición liderada por Maryam Rajaví. La representación parlamentaria de España la formábamos senadores, diputados nacionales y eurodiputados, todos del Partido Popular, excepto uno de Convergencia y Unio.
El PSOE, una vez más, no contó con ningún representante parlamentario, y a pesar de su afamada, costosa e ineficaz “Alianza de Civilizaciones”, hizo oídos sordos a la llamada de solidaridad y apoyo a los más de 100.000 simpatizantes de la organización opositora al actual régimen iraní, y al numeroso grupo de representaciones parlamentarias, 45 en total, llegadas de toda Europa, EE.UU., Canadá y países de Centro América. (ver parte de mis declaraciones publicadas por EL Mundo en su edición del domingo 23 de junio).
Además, con su ausencia, dejó en evidencia a su ex secretario general Rodríguez Zapatero que sí acudió.
El Parque de Exposiciones de Villepinte (Seine-Saint Denis), a unos 45 kilómetros del norte de París, fue testigo presencial, bajo el lema “Un camino a la esperanza por la Libertad”, del grito desgarrador de “libertad para Irán y Ashraf” pronunciado al unísono por los asistentes.
Por la tribuna de oradores desfilaron ilustres personalidades civiles, políticas y militares, tales como el consejero de seguridad de Barack Obama, la ex ministra de defensa gala Michelle Aliot-Marie, Rudy Giuliani ex alcalde de NY durante el 11-S, el ex director de la CIA Porter Gross, Rita Süssmuth ex presidenta del Bundestang alemán, el congresista norteamericano Patrick Kennedy e Ingrid Betancourt, entre otros.
Todas las intervenciones, especialmente la de nuestros parlamentarios Alejo Vidal Cuadras y José María Chiquillo reclamaron, entre otras cosas, a la sociedad internacional que no vuelvan a consentir que el campamento de refugiados Libertad, sea atacado impunemente.
Pero lo más importante sin duda fueron los más de 100.000 asistentes venidos de todos los rincones del mundo que no pararon de gritar por la libertad, la democracia y la paz del pueblo en Irán.
Allí con esas personas estuvimos y estaremos siempre.