Ayer fue su día. El día de Estrella... o no... ¿o realmente fue el día de todos? CCOO decidió elegirla como merecedora del ‘Maite Alascio’ en la jornada en la que todos se acuerdan de la mujer hasta que el calendario nos obliga a borrar la memoria hasta el año próximo. El premio para Estrella fue tan merecido que nos llenó de orgullo a todos. Mira que en esta sociedad estamos acostumbrados a pagar con calles, galardones, medallas, bustos y escudos agradecimientos contaminados y politizados. Somos tan crueles que incluso se tapan vergüenzas con homenajes que buscan así ocultar las meteduras de pata de las instituciones. Por eso el premio ‘Maite Alascio’ concedido a nuestra Estrellita ha sido tan puro, tan merecido, tan bien elegido que nos ha llenado de satisfacción a quienes todavía pensamos que el cambio es posible, que este mundo tan atacado, tan prostituido, tan falto de valores... tiene una salida.
Estrella, emocionada, recibió el cariño de los presentes, pero, quizá sin saberlo, nos dio más a los que allí estábamos para expresarle nuestro cariño. Con sus palabras sencillas, con su discurso improvisado, Estrella nos causó admiración, nos hizo sentirnos orgullosos del afán de superación de esta mujer que cada día gana la batalla a esa discapacidad que le marcó desde niña.
Mira que somos tontos, enfrascados en nuestros agobios particulares, en nuestras apariencias, en nuestros lamentos sin sentido porque nuestra ambición de humanos consentidos nos hace querer cada vez más, animalizándonos en todos los sentidos.
Estrella, valiente, luchadora, constante... nos ha dado una lección y lo ha hecho con tanta clase que ni tan siquiera se ha dado cuenta de ello. Hoy, la ‘Maite Alascio 2013’, luce con orgullo el cariño y respeto que le tenemos los que a diario la vemos ganarse la vida con honradez, superarse así misma, luchar. La luz de Estrella brilló ayer más que nunca, porque solo las personas tan geniales como ella son capaces de conseguir que el resto nos paremos a reflexionar y nos dé hasta vergüenza quejarnos de nuestras penas sin que seamos capaces de salir a luchar por cambiar esta sociedad. Ojalá todos hayamos aprendido la lección de esta gran mujer.