Nunca entendí la puesta en marcha de esa Fundación Crisol de Culturas. Creo que me pasa lo mismo que a la mayoría de ciudadanos de esta ciudad, que no sabemos bien ni por qué se creó ni por qué se pretende que, por narices, estemos de acuerdo con sus futuros festejos y sus acciones. Sucede lo mismo que con la nueva cárcel, o con aquel mítico traslado del mercado a la Manzana del Revellín. Todos teníamos que estar de acuerdo, si no, íbamos en contra del interés general. Vamos, en plan secta. Si tragas, te miran bien. Si discrepas, eres algo así como el demonio.
Bueno, a lo que iba. ¿Que por qué me da por hablar de la Fundación que ha servido para devolver el protagonismo perdido al ex presidente Fortes...? Hombre, porque hay detalles que, cuando menos, escuecen. Resulta que en plena feria, el diputado Márquez ofrece una rueda de prensa para más o menos pretender implicar a toda la ciudadanía en la querencia de esa Fundación y anunciar que se va a pedir el apoyo del Gobierno de la Nación para celebrar la historia portuguesa que ahora nos ha dado por recuperar. Todo porque a otro Paco se le ocurrió que era bueno culturalizar Ceuta recordando aquello con lo que, evidentemente, se podía sacar dinero. Y así nos volvimos super culturales, con congresos y visitas cuando menos pintorescas.
Pues bien, tras la feria, llega un acto cargado de sentimiento, suficientemente anunciado y vinculado con esos lazos portugueses. Les hablo de la donación de la imagen de San Nuno, acto que ha traído peregrinos portugueses, brasileños y angoleños. El Gobierno manda a Adela Nieto en su representación. De la plaza de los Reyes, al igual que pasó en la Musal-la, nadie acude (no sé en qué momento se olvidaron de algo llamado protocolo). Pero, lo peor, ni Fortes ni nadie de la Fundación Crisol de Culturas aparece en escena. Tan implicados están en eso de la historia portuguesa que pasan de San Nuno, cuya historia es básica para entender la de Pedro de Meneses.
“Es un honor que hayan venido de Portugal, país al que nos unen muchos lazos”, les decía ayer la consejera Nieto, en un intento porque la institución quedara bien. No sé si en el fondo la consejera estaría avergonzada o si, hasta me temo, no haya dado siquiera importancia al plante. Me puedo esperar cualquier cosa.
Así que San Nuno procesionó, la imagen se quedó en Ceuta... la iglesia con el padre José Manuel se volcó en que todo saliera bien... y la querencia portuguesa que nos quieren meter ‘por pelotas’ en forma de crisoles culturales brilló por su ausencia. Ahora espero la próxima rueda de prensa del flamante Paco Márquez para dar importancia a una Fundación que no está cuando debe estar. Y es que las entidades que salen adelante porque alguien, interesadamente, se las saca de la manga por intereses que nada tienen que ver con el altruismo no terminan cuajando.