La Ciudad y el país le están viendo las orejas al lobo. La crisis económica hace olvidar los tiempos de opulencia.
El deporte no se escapa, y hacía años que no veíamos a España en la cola de inversión en fichajes futbolísticos, con clubes como el poderoso Real Madrid que, con la Liga empezada, no ha gastado ni un euro en refuerzos. Inaudito.
Con un país que roza la quiebra Ceuta no es una excepción, y desde el gobierno de la Ciudad, el principal patrocinador de los equipos que compiten en categoría nacional, la apuesta es la cantera. Se podría considerar un eufemismo ante los recortes.
Pero no deja de tener su punto positivo, por supuesto. Los aficionados al deporte demandamos desde hace tiempo una mayor presencia de caballas en las filas de los equipos de nuestra ciudad, especialmente en la AD Ceuta, que casi siempre ha basado su proyecto en el refuerzo anual con nombres de más allá del 'charco'.
Ahora el propio Ejecutivo mira hacia dentro, hacia la cantera, una rama para agarrarse en las arenas movedizas de la crisis y que se convierte casi en la única puerta para salvar la categoría, en este caso la Tercera División, ante la dificultad de conseguir refuerzos foráneos (al menos de momento).
Y yo me pregunto, ¿tiene que hacer falta una crisis económica para dar paso a la cantera? En Ceuta no somos los únicos. Equipos como el Málaga se han visto forzados a seguir esta medida, consiguiendo buenos resultados con el jugador de 16 años Fabrice, que marcó el gol de la victoria ante el Málaga, o el debut de otro adolescente, Óliver, en las filas del Atlético de Madrid.
Turno por tanto para la cantera y la Ciudad que, por supuesto, ve la botella medio llena para hablar de un nuevo proyecto deportivo en donde la base se convierte en la principal prioridad.
Personalmente me habría gustado que este modelo se hubiera seguido en tiempos pasados, cuando había más dinero. Quizás nuestro fútbol sería hoy diferente.