Muchos de los considerados “amantes de los animales”, visitan zoos, acuarios y otras cárceles para poder disfrutar con la presencia de animales no humanos. A menudo llevan a sus hijos para que se entretengan y pasen el día mirándolos, creyendo que están acercándolos a la naturaleza, pero... ¿nos hemos parado a pensar qué son estos lugares realmente?
Los zoos, acuarios y delfinarios son espacios cerrados donde se mantienen animales para ser exhibidos o para que hagan una serie de trucos para entretenernos. Es un error pensar que estás cárceles son sus casas, mensaje que siempre nos han dado cuando hablamos de zoológicos. Es evidente que nadie nace para vivir encerrado y mucho menos para vivir encerrado por capricho de otro. Para saber por qué negamos esta libertad, debemos remontarnos a los primeros zoológicos y/o conocer casos que revelan que este tipo de cautiverio, es debido a una mentalidad opresora donde la voluntad del “poderoso” prima sobre los intereses fundamentales del “débil”.
Los primeros zoológicos, fueron colecciones privadas de reyes como símbolo de poder y riqueza que mandaban capturar animales para saciar la curiosidad y engordar su ego, mostrando a un público selecto sus “exóticas” posesiones. Con esta mentalidad, no es de extrañar que se crearan los llamados “zoológicos humanos”, “ciudades de negros” o “exposiciones etnológicas” donde los colonos, capturaban a personas indígenas para exhibirlos. Con esto se establecía una clara jerarquía racial de dominación. Como indica Bancel, un historiador francés, “La actitud del público era uno de los temas más sorprendentes: muchos de los visitantes arrojaban alimentos o chucherías a los grupos que se exhibían o se reían abiertamente viendo a una africana enferma temblequeando en su choza”. Esta actitud discriminatoria, afortunadamente ha cambiado para los humanos o es rechazada por la mayoría, pero sigue estando muy presente para el resto de animales.
Lejos de abolirse se han dado connotaciones positivas y camuflado de necesaria a una práctica injusta. Estoy hablando de dos grandes argumentos que utilizan los defensores de los zoos: educación y conservación.
Además de que estos argumentos no justifican usar a nadie en contra de su voluntad, realmente los zoológicos, acuarios y demás cárceles, en lo único que educan es en el hecho de que podemos utilizar al resto de animales como nos plazca. Si verdaderamente queremos conocer cómo son o cómo viven otros animales, el cautiverio no es la elección adecuada ya que estos no se comportan “naturalmente”, todo lo contrario, sufren patologías por el hecho de vivir encerrados.
Los documentales, videos, lecturas o la observación de animales en libertad no solo son una forma justa de educación, son la forma verídica de conocer el comportamiento de alguien que no está condenado a comportarse de una forma determinada como ocurre cuando están presos.
La conservación es otro mito que se aplica a los zoológicos ya que estos solo fomentan la conservación de animales en cautiverio, animales que jamás vivirán libres.
Cada nacimiento es una forma de atraer la atención del público que paga una entrada por ver a estas pequeñas criaturas ¿esto fomenta la conservación? Esto solo fomenta dinero y opciones de traspaso de animales de unos zoológicos a otros, en muchos casos previo pago clandestino. Si queremos proteger a otros, creo que deberíamos conservar sus hábitats naturales y esto puede hacerse sin encerrar a nadie dando un mensaje distorsionado. El proyecto eZOO ( HYPERLINK "http://www.ezoo.ws/"http://www.ezoo.ws/) es un ejemplo claro de un cambio de mentalidad necesario.
Son muchos los casos donde se demuestra el sufrimiento de los animales por el simple hecho de vivir encerrados, los más dramáticos son los que acaban con suicidio, por ejemplo el de Kathy, un delfín hembra que hacía de “Flipper” en la serie de televisión con este nombre. Según cuenta su entrenador Ric O'Barry, ésta, se suicidó dejando de respirar voluntariamente hasta llegar al fondo de la piscina, terminando así con la depresión en la que estaba sumida. Después de esto, O'Barry dejó su trabajo como entrenador y se dedicó a defender a los delfines.
Los delfines no son los únicos que se suicidan, se han dado casos en pequeños primates (tarseros) por vivir en cautividad, estos se golpean la cabeza con los barrotes o la sumergen en agua para acabar con su sufrimiento.
Una investigación sacada a la luz recientemente por Igualdad Animal, realizada en los principales zoos españoles, muestra la realidad que sufren estos animales privados de libertad ( HYPERLINK "http://www.vidasenjauladas.org/"http://www.vidasenjauladas.org/) Si no quieres irte muy lejos, basta con observar los comportamientos de los animales que viven en San Amaro, si buscas en youtube (mono de san amaro) lo primero que verás es un video de uno de ellos arrancándose pelo.
No soy ningún experto pero esto puede significar un claro síntoma de estrés debido al cautiverio, está patología se conoce como Tricotilomanía cuando se da en humanos, algo que realmente no es nada gracioso, más cuando podemos intuir la causa.
Como siempre está en nuestras manos no participar de esta esclavitud, dejando de visitar zoológicos, acuarios u otros centros de cautiverio y educando a los pequeños en el respeto hacia todos los animales, contribuyendo con esto a crear un mundo mucho mejor para todos.