La despedida, de Esther Sánchez Garrido, el lunes, 08 de agosto, de 2011, a las 12:35.
Ahora que sé que nos abandonas, esta misma tarde, Chico, se me vienen a la cabeza todos los buenos momentos que nos has dado a esta familia tan numerosa. Nos has repartido todo tu cariño, a todos y cada uno de nosotros. Fiel amigo y compañero donde los haya, no cabe duda. Esta es tu casa, naciste en ella hace ya catorce años. Esperanzados, esperábamos una recuperación tuya, con esa fuerza y vitalidad que siempre, siempre te ha distinguido, pero el sábado tiraste la toalla. Está siendo una tortura para ti y no queremos verte así, no queremos que pierdas tu dignidad. ¿Qué si te vamos a echar de menos? ¡Nunca lo dudes!, porque has sido un GRAN PERRO, ¡EL MEJOR! Y vas a dejar esta casa tan enorme, vacía con tu partida. Te pediría mil veces que no te fueras. Bien sabe Dios que he rezado para que no llegase nunca este momento, pero tu hora ha llegado. No te puedo garantizar que no haya más perros en mi vida, en nuestras vidas: ¡CÓMO TÚ NINGUNO, CHICO! Ahora que sé que nos quedan apenas unas horas juntos, las vas a pasar en mis brazos. Acuérdate de guardarme un sitio a tu lado cuando estés allá arriba, amigo, porque quiero volver a verte. Hoy es un día desolador, y lo serán los próximos días…CHICO, VAS A ESTAR SIEMPRE EN NUESTROS PENSAMIENTOS, EN NUESTROS CORAZONES. SABES QUE TE QUEREMOS DEMASIADO Y QUE HAS SIDO Y SERÁS UNO MÁS EN ESTA FAMILIA. Hasta siempre.
Gracias a todos mis amigos del facebook por sus condolencias, me han servido para levantar un poco el ánimo.
DE JAVI, (QUIEN TANTO TE CUIDÓ Y TE QUISO).
Son tantos los momentos que tengo con Chico, que se me agolpan en mi cabeza queriendo salir. Pero de entre tantos que tengo, me quedo con aquellos que me acompañaron durante un par de años tristes y oscuros que tuve. En esos días, tú eras muy pequeño y juguetón, creo que tendrías no más de un año, estabas muy escuálido, porque acababas de sufrir una operación, pero estabas lleno de vida y la compartiste conmigo. Jugábamos en la Marina y eras como tu madre, muy travieso, pero nunca me gruñiste, y mira que tenías motivos para ello, porque yo te agarraba por los morros y te regañaba cuando te portabas mal. Siempre me mirabas extrañado y volvías a jugar conmigo. Papá, cuando yo estaba con tu madre Dina, me regañaba, porque le daba muchos besitos y me decía: “¡que no es tu novia!”, pero contigo cuando te acurrucaba y te daba besitos, papá entendió el cariño que os tenía, como almas sin maldad. Quiero que sepas que fue muy duro despedirse de ti, creo que ya lo sabes, ojalá hubieses vivido con nosotros para siempre, pero tu raza tiene pronta fecha de caducidad, desgraciadamente, demasiado poco para tanto amor. Serían necesarias muchas vidas-perro para poder estar preparado para el adiós. Quiero que nos perdones, aunque sólo el verdadero amor es capaz de vencer el egoísmo de no dejarte ir, porque nadie quería que te fueses; “¡no te vayas todavía, aguanta un poco más!”, y tu cuerpecito no aguantaba más; no queríamos que te fueses, pero tu cuerpecito sufría día tras día. No paraba de darte besitos y decirte lo que te quería por ser perro-bueno; ”¡no te vayas todavía, mi Chico!”. Pero sólo el amor que te teníamos pudo superar el egoísmo de que te quedases. Te quiero, te queremos, Chico. Donde quiera que estés, siempre serás mi Chico.
Hotmail: CUANDO UN AMIGO SE VA… Ismael Sánchez Ripoll. Para Mercedes Sánchez 08/08/2011
Merce, se me ha ido para siempre el mejor amigo que he tenido, se llamaba Chico, no te lo he dicho por teléfono, pues creo que la emoción no me hubiese dejado hablar. Tú lo sentirás un montón, ya que fuiste la que ayudó a que viniera a este mundo, donde él lo pasó muy bien sintiéndose querido por todos. Pasó catorce años muy felices, al igual que nosotros con su compañía. Los últimos días lo estaba pasando muy mal, con muchos dolores, que se los calmábamos a base de nolotil, hasta que acordamos poner fin a ese sufrimiento innecesario, ya que no había solución y su enfermedad iba a peor a pasos agigantados. Últimamente no se podía poner en pie. Ya lo echamos mucho de menos, ha dejado un vacío muy grande, mayor que el que dejó su madre. Ha descansado en paz. Falleció el 8 de agosto de 2011 a las 19:45 horas.
Hotmail: Responder. Mercedes Sánchez. Para Ismael Sánchez.
Papá, qué bonita despedida le has dedicado a este ser tan querido por todos, no he parado de leerla y de llorar de emoción. Lo vamos a echar muchísimo de menos, porque nos ha hecho pasar los mejores catorce años de nuestra vida, aunque vosotros lo vais a pasar peor, porque tenéis que estar ahí entre sus cosas. Ha sido una experiencia preciosa haberlo tenido entre nosotros y sé que se ha ido con la tranquilidad y la felicidad de haber sido un perro muy querido. Os mando mucha fuerza, para que podáis superar su ausencia lo mejor que podáis. Un beso enorme.
Hotmail: REQUIEM POR UN AMIGO. Mercedes Sánchez. Para Ismael Sánchez.
¿Qué te puedo decir, amigo, en el día de tu despedida, que no te haya dicho en vida? Tan sólo gracias. Gracias por venir a nuestra familia y dedicarnos los mejores catorce años de nuestras vidas. Gracias por transmitirnos siempre tu alegría. Gracias por darnos todo a cambio de nada. Gracias por tu nobleza, tu obediencia y por ser tan sumamente cariñoso, hasta que a veces resultaras pesado. Gracias por no fallarnos nunca y estar siempre ahí, de manera incondicional. Gracias por enseñarnos lo que es la verdadera amistad, porque el vacío que nos dejas, amigo, ya ningún otro perrito lo va a poder llenar. Aunque el consuelo que nos queda es el recuerdo de haber vivido contigo tantos años juntos. Siempre en nuestros corazones. No te vamos a olvidar nunca.
De tu mamá Flor: Querido Chico, el inmenso cariño que yo siento por ti, no sale en estos momentos de mi corazón. Como siempre has sido tan inteligente y misterioso, entra en él y lo descubrirás. Un besito, mi amor.