A unque sea triste decirlo en muchos caso uno llega a pensar que para lo que nos luce el patio y ya puestos en recortes presupuestarios, directamente nos ahorramos el organizar las elecciones, pues a nadie se le escapa que lo que aquí a nivel político se hace para regenerar la economía y fomentar nuestro desarrollo, es mas bien poco y además de caro, adolece de grandes dosis de imaginación, con lo que visto lo visto nos saldría mucho mas barato contratar una oficina técnica y un administrador para gestionar adecuadamente los recursos que nos vienen dados, ahorrándonos de este modo por un lado un pico sustancioso en sueldos y por otro el tener un plantel de políticos que, salvo honrosas excepciones, dejan en todos los campos mucho que desear.
Como prueba de esta carencia manifiesta de ideas, solo basta con que echemos un vistazo a los datos existentes sobre lo que produce nuestra ciudad, rápidamente nos percataremos del carácter subsidiario de nuestra economía, ya que en un porcentaje sumamente elevado nuestros recursos reales proceden de lo que “mendigamos” al Gobierno de la Nación o a la Unión Europea.
Desde luego que esto es así, aquí no se desarrollan proyectos con los que se produzca riqueza desde cero, constatándose por lo general la existencia casi exclusiva de empresas cuya principal labor es trabajar con el margen comercial de productos ya confeccionados en otros lugares, algunos bien lejanos, en donde crean la riqueza y los puestos de trabajo estables, eso si con el dinero aportado por unos ceutíes que ven como, a diferencia de “esos lugares”, las cifras del paro local son cada vez mas alarmantes.
Ahora bien, que nos digan que es lo que en estos últimos diez años se ha hecho para crear proyectos con visión de futuro, generar expectativas de trabajo o hacer un poco mas autónoma a nuestra economía, la respuesta es nada, durante todos estos años hemos visto como a la desaparición de industrias locales, salazones, conservas, cervezas, maderas, bazares, pequeñas y medianas empresas, etc, solo se ha respondido con la falta mas absoluta de ideas y al recurso fácil de pactar con Madrid o Bruselas mas y mas subvenciones económicas con las que poder confeccionar nuestros presupuestos y poder tirar para adelante, eso si, si por algún casual un particular aparecía con alguna idea mas o menos interesante ya se encargaba el político de turno en poner las trabas necesarias, no fuera a ser que se le diese mas trabajo de la cuenta con el tema.
En fin que cuando se tiene el poder de decidir y por ende la facultad de poner en marcha aquellos proyectos que han de generar la prosperidad de la ciudad y sus gentes, es cuando mayor obligación se tiene de ser eficientes y sobre todo de saber elegir a aquellos que por su capacidad e imaginación coadyuven de manera eficaz a la creación y ejecución de estos, desprendiéndose de asesores y ayudantes que lastren tan importante labor y cuyo merito en la mayoría de los casos se reduce a ofrecer al ciudadano fracaso tras fracaso en la materia.
Ideas claro que las hay, y precedentes varios, sirva como ejemplo la experiencia llevada a cabo en la comarca del Valle del Jerte y de la que hace ya algunos años fui testigo de excepción, cuando por amistad y a través de mi condición de comercial, un amigo me invito a esa zona, coincidiendo con que nos encontrábamos en una feria agroalimentaria, al llegar vi una zona desolada, yerma y a priori carente de recursos, pero con unas autoridades altamente receptivas a las propuestas que sobre su puesta en activo les llegaban, muchas fueron las ideas y hoy día es curioso ver como ese zona antaño depauperada, es referente nacional e internacional del cultivo de la cereza, el cual ha generado una industria paralela de productos derivados, licores, mermeladas, etc, a la que hay que unirle el reclamo que esta ha tenido para activar el llamado turismo ecológico y rural que tantos beneficios esta reportando al desarrollo de la región.
Envidia sana que me dan los jerteños, porque aquí que trabajito nos cuesta quitarnos de encima a esos poderes fácticos que solamente ven en las subvenciones y dadivas estatales, la única forma de desarrollo local, pues en Ceuta emprendedores innovadores que arriesguen su peculio particular por lo que se ve hay mas bien poquitos. Espero que por el bien de esta tierra la situación actual pronto sea reversible.