Dícese de la experiencia de sentir que ya se ha experimentado algo o que se ha estado en un sitio, lugar o situación previamente al momento en el que sucede. Ocurre, cuando, alguna que otra vez, hemos tenido la extraña sensación de que ya habíamos vivido una situación. A algunos, nos volverá a ocurrir esta semana, casi con total seguridad, durante la celebración del debate sobre el estado de nuestra ciudad.
Así, oiremos al Presidente de la Ciudad, intentando hacernos ver que Ceuta va bien, qué digo bien, va fabulosamente. Según el equipo de gobierno del PP local, se puede decir que para ellos, los demás nos preocupamos sin necesidad: cuando se les habla de problemas de paro, intentan zafarse de la parte de responsabilidad que les corresponde, aunque no tengamos competencia; si hablamos del fracaso escolar, lo mismo. Si hablamos de las carencias y necesidades de las barriadas periféricas, nos dirán que no, que los planes de dotación de barriadas han arreglado todas las deficiencias, y así un extenso número de supuestos. Por no hablar, de que ahora, hasta son capaces de justificar que el elevado nivel de endeudamiento no es un dato negativo, cuando les sería mucho más fácil reconocer sus errores y hacer caso de los consejos que se les dan desde la oposición. Pero claro, eso sería gobernar coherente y prudentemente, y esa característica, cada vez está más alejada de la bancada del partido popular. Y cuando algo sea muy muy descarado, el Presidente, sin ningún pudor, volverá a autoinculparse, claro que sí, otra vez entonará su mea culpa (no sé si este año también me costará el ensañamiento de algún que otro cobarde del Partido Popular por decir que el Presidente se echa las culpas cuando sus gestores no han sido capaces de hacer su trabajo) pero eso es lo que seguro pasará cuando se hable de la pista de atletismo o de la relación de puestos de trabajo (¿alguien sabe algo de ellos?) entre otros.
Ya el año pasado, el presidente de UDCE, le reprochó a Vivas que podía haberse ahorrado su discurso y sustituirlo por una grabadora ya que el año anterior, 2008, había mostrado los mismos argumentos y los mismos objetivos. Aunque este año, parece ser que por no haber, no habrá ni objetivos ni medidas nuevas ¿para qué? Total, la legislatura se está acabando, los objetivos prometidos no se han cumplido, y el año que viene les toca, otra vez, intentar convencer a la ciudadanía de que son los mejores, aunque en tantos años, lo único que han acumulado son promesas incumplidas.