A primera hora de la mañana de ayer el Centro de Estudios y Recuperación de Animales Marinos, CECAM, procedió a la suelta de una tortuga boba, después de un periodo de recuperación y tratamiento veterinario en las instalaciones de la asociación.
La suelta del quelonio daba paso a la recuperación de un nuevo ejemplar de tortuga boba que cayó en la almadraba de Fray Martín y que ahora también se está recuperando en las instalaciones del CECAM. En total son cinco los animales acogidos que ayer pasaban por un primer estudio en el que se les tomaba medidas y se les medicaba para hacer una ficha técnica.
Aunque tres de las tortugas se están restableciendo de sus heridas, las otras dos presentan sendos golpes en el caparazón, una de ellas de gran magnitud. Afortunadamente, hay métodos enfocados a restaurarlos. “Ellas no mudan el caparazón, sino que lo crea por sí sola y si lo tapamos y le ayudamos para que no coja infecciones cura antes. Por eso se pone una escayola de fibra biodegradable que se va deshaciendo y le hace recuperar el caparazón. Pero si ha llegado a órganos internos entonces ya es operación”, explica el vicepresidente del CECAM, Juan Carlos Rivas.
De los cinco ejemplares, una de ellas supera los 50 años, mientras que las otras se mueven entre los 15 y 20 años.
De momento, se continúa haciendo revisiones diarias para comprobar si las tortugas caen en las redes de las almadrabas. “La última la trajo el Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Era una que estaba en muy mal estado y casi no se movía. Le agradecemos la gran labor que hacen”.
Recordar que la tortuga boba está en peligro de extinción y ahora con la colocación de las almadrabas corren más peligro al caer en las redes. No obstante, la colaboración de los pescadores es fundamental, ya que alertan, bien a las autoridades o a los miembros del CECAM para la recuperación de estos animales marinos.