Se nos jubilan. Les quedan días de trabajo antes de la despedida. Vaya, siempre pensando en que ese día iba a llegar y ahora los compañeros no sabemos qué vamos a hacer sin ellas. Porque Natuchi y Paqui son tan especiales, que una no se hace a la idea de venir al trabajo y no verlas.
Natu, mi Natu. Bueno, no. No es mi Natu es la de todos. Es el corazón en persona. ¿A quién no le ha dado un abrazo cuando lo necesitaba?, ¿un besico de esos que te animan?, ¿o nos ha alegrado la mañana con un ‘mi niña’ o ‘mi niño’? Natu es como nuestra madre colectiva, algo más que una compañera, la persona que se desvive en hacerte un favor o que realmente se preocupa porque todo funcione como debe. ¿Y ahora que vamos a hacer sin nuestra Natu?
Natu es todo corazón, ¿ahora quién nos va a decir eso de ‘mi niño’ o ‘mi niña’?”
Es que eso de jubilada... cachis... todavía no lo hemos asumido. Todavía nos queda unos días para disfrutarla en nuestra sede, aunque seguro que cuando sea jubilada oficial viene a vernos y está al día con nuestras historias. Te vamos a echar tanto de menos. Y no solo nosotros, tus compañeros, sino también nuestros hijos que terminan creciendo en esta pequeña familia.
Y ¿Paqui? Tantos años de lucha como comercial, con tus historias, tu trabajo constante, aprendiendo de todo y liderando siempre el equipo. Paqui también se nos jubila y también le vamos a echar mucho de menos. Porque Paqui es mucha Paqui, aunque también le tocaba ya su tiempo de disfrutar y de dedicarse al descanso merecido.
Paqui se jubila después de muchos años de lucha y trabajo constante como comercial
Estas dos mujeres de altura se ganan su periodo de descanso aunque nosotros, los que aquí nos quedamos, sepamos que dejan esta casa algo más pequeña, algo más triste porque faltan dos personalidades, dos luchadoras que ahora podrán tener tiempo para disfrutar. Nosotros estaremos felices sabiendo que lo hacen. Un beso a las dos.