El Servicio de Emergencias del 061 y el de Urgencias del Hospital abren sus puertas a Faro TV para dar a conocer cuál es el trabajo de los profesionales de Ingesa en Ceuta. De media, las ambulancias cubren entre 20 y 30 avisos diarios y el segundo atiende 190 urgencias con la misma frecuencia.
Si usted no conoce el rostro de algunos de estos hombres y mujeres, posiblemente lo haga algunos de sus familiares o amigos porque, solo en 2015, sus manos atendieron cerca de 68.000 urgencias, lo que equivale al 80 por ciento de la población de Ceuta.
Sin saberlo, su vida ha podido salir adelante gracias a una estas ambulancias y la destreza de su equipo de Emergencias. Unos ángeles de la guarda sobre ruedas que transportan, una parte de Urgencias, a cualquier punto de la ciudad.
El Servicio de Urgencias del Hospital Universitario y el 061 abren sus puertas a Faro TV para dar a conocer cuál es el trabajo de los profesionales del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), héroes anónimos que velan por la salud de los ceutíes.
El 061 se dedica a cubrir todas las asistencias de urgencias y emergencias que requiera la ciudad autónoma y las fuerzas competentes de esta ciudad, o que soliciten a través de su número de teléfono –061–. José Manuel Vergara, coordinador del Servicio y médico en las ambulancias, explica que la flota “real” es “escasa” y cuenta con dos vehículos: la Unidad Médica de Emergencias (UME), dotada con un médico, un enfermero y dos técnicos en Emergencias; y, por otra parte, la de Soporte Vital Básico (SVB) que tiene asignados dos técnicos, “capacitados para atender cualquier asistencia si la UME estuviese ocupada”, y material suficiente para hacer una “primera asistencia, monitorizar al paciente y desfibrilarle”.
La UME realiza una media de 6,5 avisos al día, mientras que la de SVB hace entre 15 y 20. “Un estudio reciente de la Sociedad Española de la Medicina de Urgencias apunta que somos uno de los que más avisos hacen a nivel nacional junto con Melilla”, resaltó Vergara.
El enfermero del 061 Víctor Ríos del Yerro ejerció de guía en la guardia de este lunes: “Llevo 15 años y es un trabajo que engancha, sobre todo por las vivencias. Quien está aquí –dice mirando hacia el interior de la ambulancia– es porque está grave y confía en ti; a veces es gratificante y, otras, es muy duro, como cuando fallece un joven o un niño. Cuando te encuentras a alguien por la calle a quien has ayudado, te lo agradecen mucho”.
La confidencia se vio interrumpida por el teléfono de avisos: varón en la treintena con un brote psicótico que podría lastimarse. De repente, todos dejaron sus ocupaciones para salir a todo gas. Al volante de la ambulancia en esta salida estuvo Mustapha Abselam Maate, técnico en Emergencias, quien aclaró que, como cualquier conductor, “tenemos nuestros límites de velocidad pero, por ser equipo de Emergencias, solemos tener un poco más de preferencia, aunque hay que tener mucho cuidado”. Reconocieron que las retenciones en la frontera les afectan, pero bordean los atascos por Juan XXIII y la avenida Doctor Abdelkrim.
“Vamos a valorar la situación”, apunta el enfermero, “si el paciente está agresivo no solemos entrar hasta que llega la Policía Nacional porque te puede agredir o sacarte un arma blanca. Ante todo nuestra seguridad porque, si nos pasa algo, no podemos atender a nadie”.
Una carrera vertical de cinco plantas más tarde, el equipo consiguió disuadir al usuario y trasladarlo al Hospital Universitario. José Burón es el jefe del Servicio de Urgencias, donde reciben a los pacientes de las ambulancias. En 2015, atendieron 67.861 urgencias y, en enero de 2016, una media de 193 diarias. “Para el nivel de la categoría del Hospital y la población que atendemos –incluida la flotante oscila entre 115.000 y 120.000 personas– estamos por encima de la media nacional”, señaló el facultativo antes de mostrar las instalaciones.
A primera hora del turno de este jueves, reinó la tranquilidad hasta el punto de que ninguna cama en Observación estaba ocupada. “Eso depende, anoche había seis camas y hoy solo tenemos dos pacientes –en críticos–” , estimó Burón, quien expuso que Urgencias puede estar en calma para, en unos minutos, convertirse en un “hervidero” y el trabajo sea “estresante”. “Estamos aquí para ayudar a la población ininterrumpidamente durante todo el año”, afirmó Susana Ascaso, médico de Urgencias.
Después de 25 años de servicio, el jefe de Urgencias ha visto de todo. “Que entre un paciente grave, le pones tratamiento, lo valoras y ves que se va recuperando... Eso te da una gran alegría y una satisfacción”, desveló el doctor antes de recordar con especial cariño el caso de la madre de un pequeño evacuado que le localizó para agradecerle su curación.
Burón se disculpa porque le reclaman: acaba de llegar un funcionario con una falange seccionada y toma el testigo Jesús Rey, supervisor de Enfermería en Urgencias.
Este sanitario, que compagina ciencia y fe ya que es hermano mayor de la ‘Amargura’, detalló que la plantilla de esta área está compuesta por auxiliares y enfermeros, aparte del colectivo médico y personal no sanitario, como son los celadores.
Rey coordina, dentro de su equipo, a Leonor Rodríguez y María Serra, ambas enfermeras de Urgencias, y a Sara Ahiti Septi, técnico en Cuidados de Enfermería, que comentaron cuáles son sus atribuciones en el box de reanimación por el que pasaron, recientemente, los últimos tiroteados en los polígonos del Tarajal o el subsahariano que quedó atrapado en las hélices de la patera esta semana.
“Cuando viene un paciente crítico y sale adelante... Te vas con un subidón de adrenalina que es apabullante”, destacó Rodríguez. “Tienes que reaccionar, directamente coger una vía y administrar la medicación que diga el médico”, agregó Serra. “Cuando se le reanima... Eso es la felicidad”, añadió Septi. Estas enfermeras se decantan por ejercer en Urgencias por “la diversidad de tipos de pacientes y de técnicas” que ponen en práctica: canalizar vías, sondar, sutura de heridas incisas... “Muy distinto a las plantas y menos monótono”, agregaron.
De vuelta al 061, Ríos se dirige al Centro Coordinador de Urgencias (CCU), donde se encuentra la médico coordinadora, el teleoperador y los administrativos. En este espacio es donde se atienden las llamadas de alerta. “Me encargo de recabar información médica para, en el caso de tener que enviar una ambulancia, los compañeros dispongan del máximo de información posible”, precisó Carolina Pérez, médico coordinadora del 061, quien ensalzó la función del especialista en Telecomunicaciones de Emergencias, en aquel turno desempeñada por Leo Lara. “Tipifican rápidamente, localizan exactamente el punto donde está el paciente, tienen conocimientos en primeros auxilios y, cuando nosotros estamos ocupados, nos ayudan”, sostuvo Pérez.
La médico en el CCU admitió que hay infinidad de “noches malas” pero algunos se han quedado grabados en su memoria, sobre todo, “cuando no tienes recursos porque las dos ambulancias se han movilizado, el resto también y los compañeros del SUAP han salido a la calle”. Pérez recordó que, en una ocasión, tuvo que guiar telefónicamente a un joven para practicarle una reanimación cardiopulmonar (RCP) a su abuelo, que había sufrido una parada. “Fue increíblemente valiente porque, a pesar del miedo que sufrió, lo hizo y aguantó estoicamente hasta que la UME quedó libre”, relató.
“¿Tiene una emergencia sanitaria? llame al 061”
Propuesta de crear un sistema que permita el traslado informático de datos del 112 al 061
Recomendación: “¿Tiene una emergencia sanitaria? Llame al 061”. José Vergara, coordinador del 061, argumentó que el alarmante que telefonea al 112 tiene la “desventaja” de tener que responder dos veces el mismo cuestionario, con lo cual, la espera se alarga. Para resolver esta demora cuando la llamada entra por el 112, Vergara ha propuesto en distintas ocasiones la creación de un sistema por el cual el 112 traslade los datos informáticamente al 061, sin embargo, “seguimos funcionando igual”, es decir, de forma oral, lo cual constituye un “problema de coordinación”. “A los segundos que atendemos la misma llamada, menos bonitos, nos llaman de todo”, dijo Vergara.
‘Técnicas y asistencia sanitaria extrahospitalaria’
“Es un material audiovisual único en esta categoría y está garantizado por el Ministerio”
Ingesa ha editado varios manuales relacionados con las emergencias en colaboración con el personal del 061, en concreto, una guía farmacológica de uso y manejo; y los protocolos clínico terapéuticos en urgencias extrahospitalarias. “Nuestra estrella es Técnicas y procedimientos en asistencia extrahospitalaria, un material audiovisual único en esta categoría, que existe ahora mismo publicado, y está garantizado por el Ministerio de Educación y el de Sanidad; y con esta garantía se ha incluido en la formación de los técnicos en Emergencias”, expuso Pérez.
Turno de mañana en urgencias
Víctima de un accidente de tráfico, usuario oncológico, posible caso de gripe A...
Hacia el mediodía, los pasillos del Servicio de Urgencias del Hospital estuvieron concurridos por pacientes de distintos perfiles: una víctima de un accidente de tráfico; otra por violencia de género; un paciente oncológico; diagnosticaron a una usuaria una posible gripe A; otra sufría intensos dolores abdominales... Los profesionales también alertaron sobre el mal uso que se da a Urgencias ya que acuden usuarios con patologías cuya atención correspondería al médico de cabecera.
En el centro coordinador de urgencias (CCU)
Dar el DNI agiliza el trámite y, de media, la ambulancia tarda 8 minutos en dar asistencia
Carolina Pérez, médico en el CCU, argumentó que el alarmante tiene que proporcionar el DNI del paciente porque, en Ceuta, “muchas personas tienen el mismo nombre y apellidos”. De negarse a darlo, el sanitario al teléfono tiene problemas para encontrar su historia clínica. En cuanto a los tiempos de respuesta, José Vergara, coordinador del 061, estimó que la media está en ocho minutos. Si es en el Príncipe dos o tres y a donde más tardan es al Hacho y Benzú, entre diez o 12.
Programa Canguro en cuidados críticos
Estudiantes de 4º de Enfermería finalizan su periodo de prácticas en Urgencias
Áurea López, enfermera de Urgencias, guió a Ma José Domínguez, alumna de 4º de Enfermería, durante su período de prácticas dentro del programa Canguro. La docente manifestó el “orgullo” por el nivel alcanzado por su ‘cangurito’ y ésta agradeció la atención que le ha prestado todo este tiempo. “Es importante que vengan a Urgencias en el último curso porque tienen que saber que verán de todo; por eso es primordial que traigan una base”, señaló López.
Triaje en Urgencias
Una mujer con dolor abdominal irrumpe en la sala y trasladan a un bebé a Pediatría
La enfermera de Urgencias Cristina López García de Vinuesa atendió este jueves el triaje de este Servicio, es decir, se ocupó de la clasificación, asignación de médico (trauma, pediatría, adultos...) y niveles de prioridad mediante un cuestionario. “Llamo por orden de llegada, salvo quien viene muy mal y pasa, y normalmente la espera para entrar son tres o cinco minutos, no más”, estimó la sanitaria. A continuación, se establece la prioridad: nivel 3 para patologías de menor importancia; nivel 2 con un máximo de espera de media hora, ya que soporta mayor dolor aunque su vida no corre peligro puesto que, entonces, tendría un nivel 1 y su máximo de espera es de diez minutos. López explicaba esa escala cuando irrumpió en la sala de triaje una mujer con un fuerte dolor abdominal llevada por dos familiares que, tras superar el reconocimiento, entró en la zona de adultos. Poco antes, pasó por triaje un bebé con vómitos y diarrea a quien, tras llegar a la consulta de urgencias pediátricas, atendieron Andan Srifi y Elvira Suárez, enfermera y médico respectivamente.
Los técnicos en emergencias hablan sobre su trayectoria en el 061
Amenazas sin consumar, sus peores servicios, “cuatro o cinco partos al mes”... Y la satisfacción de salvar vidas
“Es difícil destacar un servicio porque hemos visto tantas cosas durante todos estos años...”. Estas declaraciones fueron de José Rafael Ucero, técnico en Emergencias del 061, sin embargo sus compañeros, en una ‘tregua’ ante la ausencia de avisos, asintieron porque la sensación es compartida. Miguel Manuel Díaz, Mustapha Abselam Maate y José Francisco Medinilla, que forman parte de la historia del 061 e incluso ejercían con anterioridad en las ambulancias de otros servicios sanitarios incluyendo el local, participaron en la conversación.
Hablaron de amenazas, aunque aclararon que nunca les han agredido físicamente y las atribuyen a la tensión del momento; el “abuso” de quienes piensan que la ambulancia es “un taxi” pero, sobre todo, resaltan, la “gran satisfacción cuando sabes que una reanimación cardiopulmonar bien hecha ha salvado una vida”.
Estos técnicos en Emergencias perciben que la presión en la frontera del Tarajal y los polígonos ha disminuido en las últimas semanas porque realizan menos intervenciones; “hemos llegado a sacar 12 diarios por las avalanchas”. Uno de los servicios “más bonitos”, además de ser una “práctica habitual” admitieron, son los partos extrahospitalarios.
José Vergara, coordinador del 061, estimó que atienden “cuatro o cinco al mes”. Aunque generalmente son marroquíes, recordaron la asistencia domiciliaria a una parturienta de nacionalidad china. “El bebé vino al mundo en perfectas condiciones”, indicó Díaz. Entre sus peores experiencias: la explosión durante las obras de la nueva prisión y el ahogamiento de dos niños que cayeron al mar dentro de un coche en el Muelle de España. “Nosotros estamos aquí para ayudar y, para dedicarte a esto, te tiene que gustar”, concluyeron los compañeros.