La propuesta llevada al pleno por los socialistas para instaurar los denominados bautizos civiles a modo de “bienvenida democrática” -algo que ya se hace en otras comunidades autónomas y que pretendía erigirse en un homenaje a Pedro Zerolo- fue tumbada ayer por los votos en contra del PP, llevándose el único respaldo de Caballas y la abstención de C’s y MDyC.
La socialista Nuria Miaja intentó explicar la propuesta desvinculándola de cualquier errónea equiparación a un “rechazo a actos religiosos”, encuadrándola en otra opción más a la que pueden acogerse aquellas parejas que quieran hacer un acto de presentación de sus hijos más allá de la inscripción en el registro. “Se están llevando a cabo desde 2004 y nosotros podríamos pasar a engrosar la lista de otras comunidades autónomas”, defendió Miaja. Dicho bautizo consistiría en una ceremonia de lectura de declaración de los derechos del niño así como entrega de la carta de la ciudadanía.
Esa pretendida regularización contó con la oposición de un PP que se negó a respaldar un “paripé social hiriente”. Susana Román aclaró que, aunque respetaban la propuesta, no consideraban su apoyo debido a que la misma causaba malestar. Román criticó que respaldarla equivaldría a algo así como pedir que el alcalde y los consejeros llevaran la tarta a los cumpleañeros en la Asamblea e insistió en que ya existe el registro para inscribir al recién nacido pudiendo después sus padres celebrarlo en un local. Caballas no votó en contra de la medida al entender que la misma no generaba malestar alguno porque no atenta contra el catolicismo, al igual que no lo hacen las bodas civiles que sí que están reguladas. Miaja lamentó la falta de talante democrático tras insistir en que el PSOE solo buscaba que hubiera la existencia de una alternativa más que no condicione a las familias que no quieren bautizar a sus hijos pero quieren disfrutar de este acto de presentación.