Habían partido de las cercanías de Oued-Laoud. Allí, en un puerto pesquero los cargaron y les hicieron ocupar plaza en una embarcación tipo patera dotada con motor y con matrícula de Marruecos.
Empezaba, cuando aún no había amanecido, la travesía para doce varones subsaharianos que pudieron llegar en la mañana de ayer hasta la playa del Sarchal. Su pasador, un marroquí llamado R.H., dirigió toda la travesía y se erige en el presunto enlace de las pequeñas redes que se lucran con el tráfico de personas. Él los llevó hasta la playa para, después, intentar escapar. No pudo hacerlo. Las patrullas de la Guardia Civil habían detectado la llegada de la patera a motor y pudieron interceptarla así como arrestar al patrón. Los agentes contaron con un apoyo inesperado, el de un perro que estaba siendo paseado por su dueño a esas horas y que con sus ladridos e intimidación evitó la escapada del sujeto, que ha sido acusado de un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y mañana será puesto a disposición judicial.
Los doce inmigrantes, todos varones y los primeros que llegan a la ciudad en este año, fueron atendidos por el ERIE de Cruz Roja, que movilizó hasta el lugar a voluntarios y sanitarios. Naturales de Guinea Conakry y de Gambia, fueron reconocidos in situ comprobándose que al margen de hipotermias leves se encontraban en buen estado de salud, sin que fuera necesario su traslado al Hospital.
Protagonistas del recién estrenado año, habían formado parte de una travesía complicada, llevada a cabo con un Poniente que pudo haber puesto en peligro sus vidas. Ahora descansan en el CETI junto al resto de compatriotas que ha podido llegar en las últimas semanas. El uso de embarcaciones sigue siendo uno de los métodos más usados para las entradas, desvelándose la existencia de pequeñas redes que se dedican al robo de embarcaciones, su traslado al vecino país y posterior uso para los pases, sin tener miramiento alguno sobre la seguridad ya que incluso algunas de estas pateras han sido empleadas en más de una ocasión y otras están tan deterioradas que no son aptas para travesías masificadas. Los pases de este tipo se llevan a cabo en momentos de gran presencia de embarcaciones de pesca en el mar que les sirven de camuflaje.