La situación en Marruecos está empeorando. Los inmigrantes están siendo acorralados por las fuerzas marroquíes que han incrementado su grado de belicosidad después de la entrada de 87 subsaharianos, el sábado pasado, por el espigón de Benzú y los intentos frustrados que lo secundaron.
La oenegé Caminando Fronteras está haciendo público las denuncias sobre lo que está pasando al otro lado de la frontera.
Está habiendo detenciones masivas, entradas en los campamentos y también muertes. Ayer se lo contaba El Faro, dos jóvenes fallecían a bastonazos tras ser interceptados por la Policía marroquí y otros 20 eran detenidos. No se cuentan los heridos que han conseguido escaparse. Algunas imágenes han sido difundidas por la activista Helena Maleno para que se sepa el trato que se está dando a los inmigrantes. Hay testigos de esas muertes que han huido porque tienen miedo a que si son localizados les pase algo.
Marruecos está cargando vehículos de subsaharianos con la idea de hacer deportaciones masivas y trasladarlos a Argelia.
Ayer, desde las 14.30 horas, a las batidas en los montes cercanos a Ceuta y ubicados en el lado marroquí, se sumaron las redadas en el barrio tangerino de Boukhalef, en donde reside buena parte de la población subsahariana. Tal y como ha denunciado esta oenegé, ha habido heridos, a los inmigrantes se les ha obligado a colocarse chalecos salvavidas y se les está fotografiando delante de embarcaciones y están siendo sometidos a traslados forzosos, a pesar de estar heridos, hacia el sur, además de ataques policiales sin razón.
El Consejo Nacional de Derechos Humanos marroquí está al tanto de lo ocurrido y está trabajando sobre el terreno para mediar en la situación.