La ausencia de acuerdo entre los grupos de la oposición hasta el último minuto llegó a hacer factible, durante un puñado de horas, la opción de que Ciudadanos colocase a su único diputado, Javier Varga, al frente de la Vicepresidencia Segunda.
La formación de Albert Rivera lanzó la propuesta a mitad de semana y su líder en Ceuta reconoció ayer que albergó esperanzas de que llegase a buen puerto de haber contado con el respaldo de Caballas. Los votos de los cuatro diputados fueron finalmente al PSOE tras el pacto por teléfono en la noche del viernes y esa vía se cerró de un portazo. Al margen de esa cuota de poder frustrada, Varga apeló ayer a que el mandato que acaba de nacer sea el del “cambio y el entendimiento por el bien de la ciudad”. Para ello, Ciudadanos ya ha anunciado que “en el estricto cumplimiento de la legalidad” contribuirá a “sacar adelante con su voto aquellas propuestas” que considere “interesantes y beneficiosas para el conjunto de la población”. La formación, que se estrena en la Asamblea, insistió en su “plena disposición a colaborar, dialogar y extender a esta ciudad el espíritu de pacto que se respira en el resto del país” al “objeto de garantizar una política transparente y de regeneración que, sin duda, favorece la gobernabilidad”. Tendrá ocasión de confirmarlo en los próximos meses.