El servicio jurídico de Ingesa representa al enfermero por el presunto ataque de un padre.
A diferencia del incidente en la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitario, que se saldó con siete trabajadores golpeados aunque Ingesa matizó que los pacientes psiquiátricos “no agraden a nadie” dada su patología, el suceso del domingo en Pediatría sí podría calificarse como un atentado contra la autoridad.
Como publicó ayer este periódico, el padre de un ingresado infantil presuntamente agredió en esta planta a un enfermero, quien abandonó el servicio tras el encontronazo. En declaraciones del Sindicato de Enfermería (SATSE) a La Mañana de la COPE, el progenitor, en “estado de nerviosismo”, incluso “discute con su pareja dentro de la Unidad, acto seguido se mete en el estar” y supuestamente agrede al sanitario. Según pudo conocer este diario, el trabajador llamó la atención al padre del hospitalizado porque, al parecer, hablaba demasiado alto y podía molestar a los ingresados.
Elisabeth Muñoz, secretaria autonómica de esta representación de los trabajadores, recordó que siempre aplaudieron que Ceuta sea pionera en el reconocimiento del trabajador sanitario como autoridad pública y, por tanto, cualquier atentado de esta naturaleza se juzgaría por la vía penal.
La Asociación Nacional para la Seguridad Integral en Centros Sanitarios (ANSICH), en declaraciones anteriores a El Faro, defendió la necesaria aplicación efectiva del Código Penal en cuanto al tratamiento de estos delitos como atentados contra la autoridad, es decir, que cuando se produce una agresión no sea tratada como falta sino como este tipo de delito. El protocolo de atención se activa en el momento que se notifica la agresión a la dirección del centro y el técnico letrado del Ingesa ofrece apoyo jurídico al sanitario. La institución tiene que apoyar su demanda para que la Fiscalía lo considere delito contra la autoridad.
Por su parte, Ingesa confirmó que sus servicios jurídicos representan al enfermero del Área de Pediatría en la causa abierta por los hechos ocurridos el domingo pasado en las instalaciones de Loma Colmenar.
La secretaria autonómica de SATSE recordó que su sindicato ya denunció, tanto por “activa como por pasiva”, que las salas de estar de los enfermeros están “abiertas y cualquier persona, en un ataque de rabia, puede meterse dentro con total facilidad y agredir a quien sea”.