La campaña electoral aún no ha soltado amarras –ese telón no se elevará de forma oficial hasta la medianoche del próximo 8 de mayo– pero los principales partidos que concurrirán a la cita andan ya calibrando fuerzas y sembrando los apoyos que en unas semanas confían verlos traducidos en votos.
Juan Vivas, candidato del Partido Popular a la Presidencia y aspirante a revalidar la que sería su cuarta mayoría absoluta en la Asamblea, se dejó ver ayer por Benzú acompañado por un buen ramillete de consejeros –Yolanda Bel, Mabel Deu, Emilio Carreira, Susana Román, Abdelhakim Abdeselam, Rabea Mohamed– , viceconsejeros y cargos del partido. El resto de la comitiva la integraban los futuribles, esos rostros menos conocidos de la lista del PP pero a los que una presumible victoria del partido en las urnas puede aupar a puestos de responsabilidad. Entre ellos, aunque en un lejano número 22 en la lista, Karima Abdelkader Ali, una de las responsables de la Asociación de Vecinos de Benzú, la entidad que había cursado la invitación al presidente. Fue ella la encargada de mostrar a Vivas y a sus compañeros de filas las instalaciones de la barriada. La primera parada, en el almacén del Banco de Alimentos, entidad que reconoció el pasado 13 de febrero a la asociación vecinal como interlocutora válida para el reparto de productos. La iniciativa, como explicaron ayer al jefe del Ejecutivo local, evita a las familias más necesitadas el desplazamiento hasta el centro de la ciudad. Vivas conoció también el local social de la asociación antes de compartir con los vecinos la merienda que habían preparado. Tuvo tiempo de saludarles y de escuchar sus propuestas y recomendaciones para continuar dinamizando uno de los núcleos de población más antiguos de Ceuta. Por haber, hubo incluso interpretación musical –harmónica en boca– a cargo del popular Dudú, que hizo sonar las notas del himno nacional. No hubo petición de voto –la legislación electoral lo prohíbe de forma tajante hasta el inicio de la campaña– ni consignas políticas, pero en el aire se respiraba que la batalla por cada sufragio ya ha comenzado.