Daniel Bellón reparó la talla en un tiempo récord en la Vicaría General de Ceuta y ya está de nuevo en el Baluarte de los Mallorquines.
La Vicaría General de Ceuta y la Parroquia de Santa María de África, en representación de todos los devotos del Cristo de los Afligidos, movieron cielo y tierra sin descanso hasta lograr que un restaurador reparara los desperfectos que la Sagrada Imagen del Puente del Cristo presentaba en el brazo derecho.
Y así fue como Daniel Bellón, licenciado en Bellas Artes y profesor de Dibujo en el IES ‘Almina’, ‘sanó’ la semana pasada las ‘heridas’ ocasionadas a la talla en un acto vandálico cometido el pasado 9 de febrero contra la hornacina y el Cristo que ésta protege. Desde el pasado 12 de febrero, ante el clamor de los ceutíes que no asumían que estuviese en otro lugar y dado que se estaba a la espera del presupuesto para su reparación, el Cristo volvió a descansar en su hornacina con la pequeña fisura en su hombro.
Ante el revuelo que produjo su retirada después del atentado sufrido, el vicario general, Juan José Mateos, y el propio Bellón procedieron a realizar –el lunes pasado– una ‘procesión encubierta’ de su emplazamiento tradicional a la Catedral de Ceuta, en la Plaza de África.
Al comprobar que volvían a extraer al Cristo de su hornacia, “unas cinco o seis personas, bastante preocupadas, se interesaron por saber qué había ocurrido en esta ocasión”, recordó Bellón, quien junto a Mateos las tranquilizó. Un apego que da muestras del cariño de la población por este símbolo de la Iglesia y de Ceuta.
En el Archivo de la Vicaría, el restaurador comenzó un proceso de rehabilitación relámpago –sin restar esmero ni un pulcro acabado al trabajo– para que los ceutíes pudieran persignarse cuanto antes en su presencia cuando pasan por el Puente del Cristo. Al día siguiente por la tarde, la Sagrada Imagen fue devuelta a su ‘casa’ con menos compañía que en su desplazamiento de febrero pero no por eso con menos solemnidad. Desde el martes pasado, el Cristo de los Afligidos vuelve a estar en el Puente, por lo cual el vicario general manifestó su satisfacción y la de los feligreses.
“Desde el punto de vista técnico-artístico, es una talla correcta, parece incluso medieval e incluso contemporánea a la Virgen de África, pero no es así”, explicó Bellón. Sin embargo, “desde el punto de vista histórico y devocional significa mucho para los ceutíes”.
En la actualidad, quienes comparten unos minutos con el Cristo de los Afligidos o le llevan flores puede leer una nota en la que la Parroquia de África les informa de que se aceptan donativos por la restauración. La Sagrada Imagen continúa sin la corona de espinos de plata que le fue sustraída en el acto vandálico de febrero.
En estos momentos, Bellón elabora un informe detallado que entregará al Área de Patrimonio de la Ciudad Autónoma para que quede constancia del trabajo practicado a fin de que el próximo restaurador que atienda al Cristo de los Afligidos disponga de esa valiosa información para su conservación.
Aún carece de corona
La reparación se centró en el ensamble y restituir la policromía
La restauración del Cristo de los Afligidos consistió en la reparación del ensamble del hombro derecho al tronco ya que, normalmente, en la talla de un Cristo crucificado van por separado el bloque del cuerpo y el de las extremidades. La Imagen debió sufrir un golpe tan fuerte en el transcurso del acto vandálico que el ensamble se separó. Al tratarse de madera, el artista aplica una capa de preparación antes de pintar, la cual también se desprendió en el impacto que sufrió en febrero. “El trabajo consistió en sustituir la espiga por otra nueva; limpiar el ensamble porque tenía mucho adhesivo; reintegrar la preparación para que no se vean lagunas ni huecos y reintegrar la policromía para igualar todo ese estrato”, explicó Daniel Bellón, el restaurador que se encargó de devolver al Cristo del Puente a su estado anterior. Salvo por la pérdida de la corona de plata, la talla vuelve a tener la imagen que ofrecía hasta la noche del 9 de febrero.