El Pleno aprobó ayer, con la única abstención de Caballas y la diputada no adscrita Fatima Hamed, la disolución definitiva de la GIUCE.
La consejera de Fomento, Susana Román, encargada de defender este punto, valoró el trabajo desarrollado por la Gerencia de Urbanismo, recalcando que su disolución obedece a que las personas que la integraban pidieran su reincorporación a la estructura de la Ciudad. Román defendió un ahorro de casi 8 millones de euros a las arcas públicas.
Esa no fue la visión que tuvo la oposición. Así, Caballas pidió una reflexión al Gobierno del porqué los trabajadores se marcharon al sentirse desprotegidos y se preguntó cómo un “instrumento tan útil” había terminado disuelto. “No compartimos la forma de actuar, no se puede hacer así”, espetó Mohamed Alí. Por su parte el PSOE recordó que ellos ya habían pedido en su día la disolución de la GIUCE y encuadró este hecho en el “desastre” de Gobierno. “Jamás tuvo que crearse, provocó más gasto y duplicidades”, criticó.
La diputada no adscrita Fatima Hamed advirtió al Gobierno de que los trabajadores no están a su servicio, encuadrando este tipo de situaciones en el erróneo concepto que las instituciones tienen de los funcionarios de la Ciudad.
Román defendió que desde 2010, se han ejecutado obras por importe de 75,8 millones de euros.