El redactor jefe de este diario admite que “a veces” los periodistas locales abren “caminos y fuentes” a los que trabajan para medios nacionales
Formar parte del equipo fundador de El Mundo le hace ser una de las voces más autorizadas para hablar de la historia de este medio de comunicación y de los últimos acontecimientos que se han producido en el seno del mismo. En una entrevista con El Faro, con motivo de su participación en el X Congreso de Periodismo de Ceuta, que concluyó ayer, Miguel Gómez, redactor jefe de El Mundo, habla de estos y más asuntos.
–¿Ha cambiado mucho El Mundo desde que se fundó hasta la actualidad, ha pasado por varias etapas? ¿Cómo se ha visto desde dentro?
–Sí, ha cambiado muchísimo. Por ejemplo, el día que más periódicos vendimos en nuestra historia fue cuando publicamos la entrevista a Roldán, director general de la Guardia Civil. Vendimos 800.000 ejemplares, hicimos tres tiradas máximas y hasta los kiosqueros hacían fotocopias y vendían la entrevista. Eso es impensable hoy en día. Ahora mismo con Internet hubiera sido totalmente anacrónico. La gente iba al kiosco a comprar ese periódico, quería leer esa entrevista y no existía otra forma de leerla nada más que de esa manera.
–¿Qué cree que ha aportado El Mundo a la prensa en este último cuarto de siglo?
–Creo que ha aportado, sobre todo, independencia, periodismo de calidad, periodismo de investigación, que de alguna forma nadie que comete un delito debe salir impune y que tenemos que buscar a todos aquellos que de alguna forma han jugado con la democracia y la libertad. Eso y que la gente ha creído en el periodismo.
–Hace pocos meses vivimos la destitución de Pedro J. Ramírez. ¿Qué le pareció esta decisión?
–Yo sólo le puedo contar desde el punto de vista de un redactor, de un periodista que trabaja en el periódico. Para nosotros, el directorio y la dirección, es una cuestión que deciden también los empresarios. Según Pedro J. tiene que ver con cuestiones políticas, según los empresarios tienen más que ver con cuestiones económicas. Nosotros de alguna forma vivimos ahí esa pelea desde un punto de vista más neutro pero lo que sí creemos es que nos debemos a nuestro periódico, y tiene un director y ese es nuestro director. Por tanto, ahora mismo lo defendemos. Es una pena que quien ha sido durante 24 años y medio nuestro director ahora no lo sea, pero no por eso vamos a estar de su lado en esta pelea. Él tiene que ser consciente de que a lo mejor está defendiendo unos intereses concretos de poder publicar, si no es nuestro periódico en otro, pero no es nuestro asunto, nosotros nos debemos a nuestro periódico y a nuestro director.
–¿Cree que ha cambiado en algo El Mundo tras su marcha?
–Yo no he visto que haya cambiado en lo fundamental, que haya cambiado nada, porque seguimos la misma gente y hacemos el mismo tipo de periodismo de investigación y calidad y el mismo tipo de trabajo. Que nos puedan acusar de que ahora la vicepresidenta del Gobierno viene a un acto donde entregamos unos premios y el año pasado no vino... ¿Que puede ser que ese motivo es porque ya no está Pedro J.? Bien, puede ser, pero de eso a decirnos que ahora somos más afines al Gobierno y menos críticos con el Gobierno... Yo creo que no es así. Seguimos siendo tan críticos como antes cuando las cosas se hacen mal.
–En los últimos días estamos asistiendo a una guerra dialéctica entre Casimiro García-Abadillo y Pedro J. Ramírez. ¿Cree que puede perjudicar a la imagen de El Mundo?
–Yo creo que eso se tiene que acabar porque realmente ha sido en un momento, en una situación, uno ha contestado al otro y el otro al uno, y yo creo que eso se ha acabado. Ahora mismo ya están, supongo, en negociaciones para ver cuándo Pedro J. puede desligarse del periódico y escribir en otro medio o sacar otro periódico, y los editores de El Mundo pues supongo que también se tienen que salvaguardar y decir “bueno, tienes un contrato firmado y tendremos que negociar”. Entonces, esa negociación lo que no tiene que entrar es en esa polémica de disputa entre dos directores. Los periodistas, que estamos haciendo todos los días el periódico, consideramos que eso hace daño y que no debe estar por medio.
–¿Cuáles son los retos para El Mundo?
–Los retos son muy claros y no sólo nuestros sino de todos los periódicos que publicamos en papel. Éste, de alguna forma, no es que tenga los días contados pero tenemos que reinventarnos, descubrir nuevas fórmulas. Una de ellas, por ejemplo, la planteó hace unos cuantos meses nuestro anterior director y nos dijo: “A partir de hoy, este periódico ya no publica noticias , las noticias van a la web. El periódico en papel tiene que publicar exclusivas, investigaciones, entrevistas, análisis, opiniones y grandes reportajes”. Es decir, tenemos que dar algo que al día siguiente nadie tenga, y de esa manera nos seguirán leyendo. Si damos lo mismo que dan las páginas web perderemos lectores, y yo creo que esa idea tiene que estar muy clara en el futuro. Si queremos subsistir en la marca del periódico, tiene que ser importante, y para ser importante tenemos que dar calidad.
–Está en Ceuta, una ciudad que en los últimos años está generando muchas noticias que tienen repercusión nacional. ¿De qué manera trabaja El Mundo para cubrirlas?
–Nosotros hemos reducido, por cuestiones económicas, incluso corresponsalías importantes, por ejemplo París o Moscú, imagínese en lugares como Ceuta, pero nosotros tenemos un gran abanico de colaboradores en diferentes ciudades que trabajan, en el caso de Ceuta relacionados con El Mundo de Andalucía, y damos cobertura a todo lo que podemos. Aparte tenemos las agencias de prensa importantes, como Efe o Europa Press, que nos sirven noticias, y todo eso intentamos darlo en la página web. Ya le digo que para el periódico en papel, está tan cara la información que tenemos que tener una noticia, un reportaje, una exclusiva bastante relevante para poder publicarla. Muchas historias se quedan fuera, pero estamos intentando reflejar todo lo que podamos las diferentes sensibilidades de la sociedad.
–¿Cuáles son, de las noticias que suceden en Ceuta, las que más interesan a los periodistas de la península?
–A nosotros creo que lo que vemos es el cambio de mentalidad de la sociedad, que ahora haya un aperturismo a opiniones de otro tipo, a la política que se está haciendo aquí, la integración con otras culturas... Creo que Ceuta es un punto estratégico importante para entender cómo es la nueva sociedad. Lo que no podemos es taparnos los ojos, hay muchas culturas, y esas están aquí y tenemos que reflejarlo. Creo que es un lugar muy importante para España.
–En ocasiones, periodistas que trabajan en medios nacionales tienen relación con periodistas locales, que a veces les sirven de fuente. ¿Qué le parece la labor de los profesionales de la prensa local, que son quienes están en el momento en que se produce la noticia y pueden conocer mejor el escenario? ¿Son válidos para que la noticia tenga repercusión nacional?
–No es que sean válidos, es que son fundamentales. Sin el conocimiento en el terreno que tienen los periodistas locales, los que están en Madrid no se enteran de nada. Muchas veces es la consulta, la ayuda y la colaboración de los periodistas locales las que nos abren caminos, fuentes y nos permiten entender a una sociedad, que sin ellos no lo entenderíamos.