La Comunidad Hindú desarrolla un programa de actos programado para celebrar la festividad más importante de su calendario. Ayer, las calles más céntricas de la ciudad se iluminaron para dar la bienvenida al Diwali y el Templo Hindú acogió una ceremonia
Las calles más céntricas de la ciudad se iluminaron ayer con la luz del Diwali, la festividad más importante del calendario hindú. Esta comunidad compartió su felicidad con el resto de la ciudadanía tanto en el acto de encendido del alumbrado como en el rezo que tuvo lugar en el Templo Hindú.
Los actos comenzaron en la Plaza de los Reyes, concretamente a las ocho de la tarde, cuando el sacerdote y portavoz de Asuntos Sociales y Culturales de la Comunidad Hindú, Prakash Ratan Mirchandani, se dirigió a los asistentes y explicó que Diwali o Dipawali significa “hilera de luces”.
Ratan agradeció, en nombre de la Comunidad Hindú, a Festejos y a Presidencia que hayan hecho posible un año más este alumbrado ornamental “a pesar de la difícil situación económica que atravesamos”. Y es que, tal y como indicó, esta colaboración facilita que la tradición se mantenga.
“En el día de hoy, los hindúes en todo el mundo celebran una gran festividad acompañados de sus amigos y familiares. Es una fiesta muy importante, muy colorida y muy familiar, donde se respira un ambiente de júbilo”, explicó Ratan, quien mostró su agradecimiento a los ceutíes “por incluir esta festividad del calendario hindú dentro del de la ciudad de Ceuta”.
Seguidamente, la Escuela de Danza María José Lesmes interpretó un baile típico hindú. Ratan destacó también su colaboración, ya que “un año más pone a sus mejores bailarinas para deleite de nosotros”.
Numerosos ceutíes asistieron a este acto que se celebró en la Plaza de los Reyes, donde se puso de manifiesto el interés de las diferentes culturas por seguir conociéndose.
Tras la danza, las autoridades, miembros de la Comunidad Hindú y el imam Liazid accionaron el interruptor que encendía los puntos de luz y el letrero luminoso en el que se puede leer ‘Feliz Diwali’.
Una vez que las calles más céntricas de la ciudad autónoma estaban iluminadas, las autoridades y miembros de la Comunidad Hindú acudieron al Templo de la calle Echegaray, donde tuvo lugar la ceremonia religiosa dirigida por Ratan.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, felicitó a los hindúes en nombre de todos los ceutíes y, en particular, de la Asamblea. El jefe del Ejecutivo dijo que el Diwali “tiene mucho de alegoría” en el sentido de que “la luz sea la vocación permanente de todos por buscar la verdad, por procurar la victoria del bien frente al mal, por generar esa dosis necesaria de optimismo e ilusión ante la adversidad, por pensar que siempre al final del túnel está la luz y que, como hace la Comunidad Hindú, antes que maldecir la oscuridad, es mejor encender una luz”.
En este sentido, el jefe del Ejecutivo local manifestó que esta celebración “pone de relevancia que en Ceuta no sobra nadie, todo lo contrario, todos somos necesarios e imprescindibles” y que “ésta quiere ser y es la ciudad de la concordia, la fraternidad y el respeto”.
Un año más, la Comunidad Hindú ha elaborado un extenso programa de actos para celebrar la festividad más importante de su calendario y difundir su cultura y religión. Éste comenzó a desarrollarse el pasado sábado con un taller en el que las asistentes aprendieron a ponerse un sari, la vestimenta tradicional. Al día siguiente fue la jornada deportiva y el pasado lunes tuvo lugar la presentación del cartel, elaborado por Ratan.
El día en que da comienzo la festividad, mañana, se celebrará un Aarti a las 10:30 y la oración para la paz y felicidad. Este día está dedicado también a la familia.
Además, el sábado se desarrollará la jornada de puertas abiertas en el Templo Hindú, de 11:00 a 13:00. A las dos de la tarde se celebrará la gala en el Hotel Parador La Muralla, siendo éste el último acto del programa.
Este año, la Comunidad Hindú rinde tributo en esta festividad a la mujer hindú, cuya imagen protagoniza el cartel anunciador. Este homenaje se debe a que la mujer es quien hace posible que la tradición se mantenga y también que la familia la pueda disfrutar plenamente en el hogar.