Tarde pero lo hizo. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, habló ayer, al término del Consejo de Ministros, de la intervención desarrollada por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil el pasado 7 de agosto cuando, a dos millas de Punta Almina, terminó pidiendo los papeles a una embarcación en la que resultó viajaba el rey de Marruecos, Mohamed VI.
De aquel episodio informó este mismo lunes a toda portada El Faro y sobre él ninguna institución oficial se había referido hasta que ayer lo tuvo que hacer el máximo responsable de la cartera de Interior.
Así, Fernández ha admitido que este mes de agosto se produjeron lo que ha calificado como “unos hechos” entre una patrullera de la Guardia Civil y una embarcación en la que se encontraba el rey de Marruecos, Mohamed VI, pero ha evitado calificarlo de incidente. Según ha dicho, las relaciones entre ambos países no se van a resentir por este acontecimiento. Fernández repite así lo mismo que fuentes oficiales consultadas por este medio habían indicado, que la relación fue cordial sin que existiera roce alguno.
“Se produjeron unos hechos, pero no hubo ningún incidente y en el clima de nuestras relaciones se opera con toda normalidad y seguimos colaborando, si cabe con más intensidad”, ha dicho el ministro, quien en todo momento insistió en las buenas relaciones existentes entre ambos países.
El pasado 7 de agosto, tal y como informó este medio, una embarcación de la Benemérita pidió los papeles a un grupo de embarcaciones que estaban a dos millas de Punta Almina. Se trataba de dos lanchas de recreo y tres motos de agua. Uno de los ocupantes, vestido como un turista, con gorro y gafas oscuras, preguntó a los agentes si no sabían quién era él. Tras dejar visible el rostro, uno de los integrantes del Marítimo le reconoció como el rey de Marruecos.
De inmediato Mohamed VI llamó al rey Felipe VI para informarle de los hechos, poniéndose en marcha una alocada carrera de llamadas desde la Casa Real al Ministerio de Interior, a la Delegación del Gobierno y a la Comandancia de la Guardia Civil.
La historia terminó con el ahora exjefe del Instituto Armado en Ceuta, Andrés López, quien, en compañía de otros mandos, acudió en patrullera oficial a cumplimentar al rey sin que el hecho fuera a más. Al parecer se había informado de que iba a estar por la zona pero ese dato no llegó a conocimiento de ninguna instancia en Ceuta. Un fallo en la cadena de mando terminó ocasionando esta historia.
“Una cosa son los hechos y otra cómo se califican los hechos. No voy a aceptar, niego la mayor, niego que se produjera ningún incidente. Más allá de las palabras están los hechos”, ha reiterado el ministro, quien ha glosado el comunicado conjunto suscrito por España y Marruecos después de su reciente visita al país magrebí para destacar las relaciones fraternales que unen al rey marroquí y al rey de España, Felipe VI.
El ministro se remitió a este encuentro y destacó que en sólo 48 horas se corrigió la “disfunción” con Marruecos por el asunto de la inmigración irregular, reconocida como tal por el Gobierno alauita y que dio lugar a la avalancha de inmigrantes el pasado día 12 de agosto.
En Ceuta, después de conocerse la noticia (de la que se ha hecho eco tanto la prensa nacional como internacional), poco más ha trascendido al respecto. La Guardia Civil sigue con su tónica, no ha habido cambios notables en cuanto a presión migratoria y se ha confirmado que nadie se enteró de que el monarca alauita estaba en Punta Almina, así que esa información de su visita debió perderse en alguna de las instancias estando a punto de provocar lo que sí hubiera tenido que ser definido como un incidente de mayor calado.