La dirección de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos y su sector crítico, relanzado tras imponer su mayoría y negar el respaldo el lunes a la junta directiva nombrada por su presidente, coincidieron ayer en un único punto:
la crisis interna que sacude al movimiento vecinal debería zanjarse de una vez por el bien de la propia entidad y de los miles de vecinos a los que representa. En el resto de cuestiones, escasas coincidencias. O ninguna. Esa fue, al menos, la conclusión extraída del paso de ambos grupos por los micrófonos de Cope Ceuta. Lo hicieron en dos tandas, por separado, evidenciando una jornada más la escisión que desde las elecciones del pasado 2 de mayo separa en dos brechas a la entidad. De una parte, la oposición insistió en sus demandas por boca de los presidentes de San Daniel y Manzanera, Sandra Contreras y Francisco García. Una minutos después quien respondía a las preguntas en la emisora era el propio presidente de la FPAV, Juan Moreno. Ambas partes se han comprometido a sentarse hoy en la misma mesa de la emisora para limar asperezas.
Las discrepancias afectan incluso al que se supone que debería ser el único dato objetivo de todo el embrollo: el resultado de la votación de la asamblea en la que la Plataforma Vecinal negó su apoyo al equipo diseñado por Moreno. Mientras el sector crítico insistía ayer en una victoria por 25-15, el líder de la FPAV reducía el margen a un más ajustado 20-15, con acusaciones veladas entre ambas partes de votos que no deberían haberse contabilizado. La oposición reiteró el argumento de la escasa idoneidad de la fecha de la reunión, en pleno arranque del mes de Ramadán y tendente, a su juicio, a forzar la ausencia de los líderes vecinales de confesión musulmana.
En los micrófonos de Cope, Contreras y García deslizaron de nuevo su relación de protestas: la negativa rotunda a que los integrantes de las sectoriales tengan derecho al voto en el seno de la entidad, o su sorpresa por la grabación en vídeo de la asamblea. Moreno aseguró ayer que las copias de la filmación, y de las actas, se entregarán a los socios que lo soliciten, algo que la oposición ya ha tramitado.
El punto en el que parece no haber encuentro, de momento, es en el resultado práctico de la propia cita. Mientras la Plataforma Vecinal interpreta que el voto de castigo a la junta directiva invalida su continuidad, Moreno matizaba ayer que a sus más allegados los elige él directamente, porque “son nombrados por el presidente, y la asamblea solo puede ratificarlos o no, pero es el presidente el que decide sobre ella”. Si continuarán o finalmente se cederá a la presión de los críticos es, de momento, toda una incógnita.
Los supuestos “favores”
La oposición, arropada por 42 de las casi 65 asociaciones integradas en la FPAV, exige también que se aclare qué se entiende por la acusación velada que pesa sobre algunos líderes vecinales de haber recibido “favores”. “¿Se refieren con dinero de la Federación? Pues muy mal hecho. Si los hay, que aclare cuáles son”, reclamaba ayer Francisco García. Contreras se sumaba a la petición: “A mí no me han hecho ninguno. He pedido y me han dado lo que corresponde a mis vecinos. Si me montan un escenario o me dan sillas para una fiesta no es un favor, es la obligación de la federación. Si tienen que echar algo en cara a alguien, que lo hagan, pero yo no tengo nada que temer”, subrayaba ayer.
El sector crítico insiste en su petición de nuevas elecciones al no sentirse representado por Moreno. Ambas partes, que tendieron puentes hacia la reconciliación para no bloquear la FPAV, debatirán hoy, esta vez juntos, en Cope.
“Que abran la caja fuerte”
Sandra Cabezas fue explícita ayer al ser preguntada sobre los rumores de presuntas irregularidades, de uno u otro tipo, en el seno de la FPAV. Sin concretar de qué podrían tratarse, la presidenta de San Daniel animó a Moreno a “abrir la caja fuerte y sacar todos los documentos que haya guardados” en su interior. “Yo no sé lo que puede haber, pero quiero ver papeles; yo al menos no tengo nada que esconder. Que los saquen”, reclamó. El presidente de la entidad aseguraba minutos más tarde desconocer a qué documentos se refería, ya que no ha tenido“tiempo de sentarse y abrir la caja”, donde imagina que tan solo hay “convenios firmados”. Moreno, entrando también en otro tema polémico, reclamó a las asociaciones que regularicen su situación, ya que “en muchas no se renuevan los cargos desde hace años”, algo que considera podría invalidar parte de los votos depositados en las urnas el pasado 2 de mayo. La división está, pues, lejos de cicatrizar.