El Rotary Club homenajeó a título póstumo al prestigioso joyero Carlos Chocrón en un solemne acto de descubrimiento de una placa en el que estuvieron presentes autoridades, empresarios, familiares y amigos
El Rotary Club de Ceuta homenajeó ayer al empresario Carlos Chocrón, fallecido el pasado año, con la colocación de un monolito en su honor a los pies de un árbol que se ubica en la Plaza de la Constitución, concretamente detrás del monumento a la Carta Magna. Este lugar fue ayer escenario de un sentido homenaje al que asistieron los primeros representantes de las dos administraciones públicas, empresarios, familiares y amigos de Chocrón.
El hijo del prestigioso empresario, Moisés Chocrón, actuó de portavoz de la familia para agradecer este homenaje al Rotary Club, del que destacó su labor, y a Ceuta en general por el apoyo que le ha prestado siempre, concretamente desde que sus padres llegaron hace más de medio siglo y se encontraron una ciudad “con los brazos abiertos” que les permitió “desarrollarse tanto humanamente como profesionalmente”. “Mi padre siempre decía que la generosidad y la solidaridad eran elementos fundamentales del ser humano, siempre recordaba una frase, que había que devolver a la sociedad parte de lo que la sociedad nos había dado, y en este caso también quiero decir que hay que devolver a Ceuta parte de lo que ésta nos ha dado, que es muchísimo”, manifestó.
El presidente del Rotary Club de la ciudad, Bhagwan Dhanwani, dijo que esta organización está “encantada” de haber podido materializar este acto, que era una labor que tenía pendiente para homenajear a una persona “que hizo mucho por Ceuta a todos los niveles”. “Él hizo la campaña de plantación de 6.000 árboles y decía que quien siembra, recoge, y hoy su familia está recogiendo el cariño que él dio por esta tierra”, concluyó.
Por su parte, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, puso de manifiesto en nombre de los ceutíes la “categoría humana” de Carlos Chocrón. “Creo que este monolito que se pone en el corazón geográfico de Ceuta es una manera de testimoniar que lo que Carlos Chocrón sembró no ha sido en balde y que está en el corazón de nuestra sociedad y de los ceutíes, y creo que de manera absolutamente merecida porque era una excelente persona, amable, cordial, culta, inteligente y elegante en el más amplio y generoso sentido del término”, manifestó.
El jefe del Ejecutivo local añadió que el homenajeado “también era una buena persona, que lo demostró sin duda alguna a través de su compromiso con las tareas más nobles del ser humano: en primer lugar con quienes más lo necesitaban, con el emprendimiento, con la calidad, con la formación de los jóvenes, con el medio ambiente...”.
Para Vivas, Chocrón era un ceutí “de muchísima categoría” que además llevaba a Ceuta “en su corazón” y que “promovió” el nombre de la ciudad “en el ámbito del comercio, haciendo de su comercio en Ceuta un modelo para toda España”. Por todo ello, añadió que “nunca” se podrá olvidar la labor de este empresario y que es “verdaderamente positivo y brillante” que, con su hijo, todos estos valores “tienen plena continuidad”. Por ello le dijo que puede estar “orgulloso de ser fiel al legado y al testigo” de su padre.
Vivas también destacó la labor “extraordinaria” del Rotary Club, “siempre también tratando de fomentar en la sociedad los valores más importantes para el dinamismo de una manera anónima y callada pero concienzuda”.
Una campaña por el Medio Ambiente
Como rotario desde 1987, Carlos Chocrón colaboró en innumerables proyectos solidarios de esta organización. Una de las iniciativas que tuvo especial relevancia fue Un árbol para la próxima generación, organizado por el Rotary Club de Ceuta , en colaboración con la firma suiza Patek Philippe. Esta campaña tuvo como objetivo contribuir a mejorar el espacio natural y el medio ambiente mediante la plantación de 6.000 árboles en los espacios naturales de la ciudad, de lo que se encargaron con su trabajo los miembros del Club y sus familias. Esto contribuyó a mejorar la información, sensibilización y dinamización social en temas medioambientales y además se destinaron 500 árboles para poyar a la Asociación Síndrome de Down. Esta campaña, que se reconoció con la concesión del Premio Encina 2008, se recuerda también en la placa destapada ayer.