Desde mi comparecencia, el pasado martes 3 de Junio, con motivo del anuncio de mi nueva condición de diputada no adscrita a Grupo Parlamentario, he mantenido un respetuoso y cortés silencio sobre mi nueva situación. Todo ello en base a la responsabilidad y con el objetivo de no condicionar o influir en decisiones, informes o valoraciones técnicas que se tuvieran que emitir con motivo de la situación señalada.
Este respetuoso silencio en mi persona era inversamente proporcional al conocimiento, documentación e información que sobre los derechos que asisten al diputado no adscrito y todas las jurisprudencias existentes al efecto que yo poseía y conocía. Para no extenderme en valoraciones jurídicas y técnicas que son claras y contundentes al respecto (y que dejaré para los Tribunales que son al fin y al cabo, en los que creo y en los que defenderé mis derechos, y serán los encargados de resolver este asunto), tan solo remito a toda aquella persona que piensa que la decisión política está por encima del Derecho a que se estudien con detenimiento el justificadísimo jurídicamente artículo del exsecretario General del Ayuntamiento de Sueca (Valencia) D. Jorge Cuerda Más, en la Revista CEMCI número 9 Oct-Dic. 2010 titulado “Régimen Jurídico de los Concejales no adscritos” así como la Sentencia del Tribunal Constitucional de 9 de julio de 2009. Y recordarle a todo aquel que juega a ser jurídico desde la atalaya de la política que un reglamento orgánico no puede estar en contra de un derecho fundamental y de la propia Doctrina del Tribunal Constitucional.
Tras conocer, hace apenas un par de horas la pretensión de silenciarme parlamentariamente impidiéndome presentar propuestas o mociones, me parece muy importante advertir que la mordaza en política así como el intento de silenciar las ideas, críticas o denuncias se convertirán en objetivos estériles que chocarán contra la dignidad, la fuerza y las ganas de trabajar de esta diputada no adscrita a Grupo Parlamentario. Públicamente no se puede decir que se respeta una decisión, de cara a la galería, y en los despachos y cocinas políticas movido por el miedo “asesorar” y empujar a callar a esta diputada en los plenos para que no ejerza sus derechos de denuncia y fiscalización a TODA AQUELLA PERSONA que no cumple ni hace cumplir la legalidad.
La credibilidad y la responsabilidad de oposición no solamente se reparten en panfletos o se cacarean en ruedas de prensa, sino que se demuestran no decepcionando a quienes confiaron en ti DENUNCIANDO TODO y sobre todo no aceptando migajas beneficiosas de un gobierno defenestrado cuando se apagan los focos.
Esta diputada, aún con el intento de silencio por parte del gobierno en connivencia con aquellos que les asesoran en sus horas muertas, defenderá sus derechos como Diputada de la Asamblea hasta sus últimas consecuencias y hasta donde haya que llegar. Resulta asombrosamente curioso que existan personas que, supuestamente votaron un Reglamento (tragando sapos) con el único fin de aumentar su sueldo en la portavocía y sumar una asesoría más, den clases de dignidad y de comportamiento parlamentario tildando de transfuguismo todo lo que huele a libertad, dignidad y ganas de trabajar. El transfuguismo es la venta de ideales a cambio de intereses (aunque algunos venden sus ideales sin moverse de su silla y sin cambiar de siglas), en cambio la lucha por la dignidad, la legalidad y la libertad es una virtud a la cual me niego a renunciar.
Las zancadillas en política son ese boomerang que se lanza y nunca sabes cuándo te puede volver, aún con más fuerza, por lo que quien hoy aplaude un Reglamento en su apartado de Diputado sin grupo parlamentario, mañana por decisión popular y electoral, puede que se vea obligado a querer cambiarlo con la intención de formar Grupo con un solo Diputado.
Mi agradecimiento eterno a todas aquellas personas que mediante su apoyo, muestras de cariño, ánimos y toda clase de comentarios hacia mi persona , han hecho y harán que todo ello se convierta en fuerza y dignidad y muchísimas más ganas de trabajar.
Todas estas muestras incondicionales de apoyo me refuerzan en mi idea de no defraudar a todas aquellas personas que confiaron en mí y todos juntos, podamos decir que: Continuamos trabajando por aquellos que más lo necesitan.