El Juzgado de lo Mercantil número 5 de Ceuta ha dictado un auto por el cual declara firme la subasta pública del buque de bandera maltesa Orobica, que llevaba más de 20 meses abandonado por su armador en el Muelle de España. Un ciudadano griego pujó por el barco y, finalmente, le fue adjudicado por 1.136.750 euros a principios de este año.
Con este auto definitivo, sobre el que no cabe recurso, el juez ha decretado el reparto de la cantidad obtenida a partir de la venta entre los distintos agentes con los que el armador contrajo deudas.
Los trabajadores ucranianos que formaban parte de la tripulación percibirán unos 240.000 euros canalizados por la Federación Internacional de los Trabajadores (ITF); la Autoridad Portuaria cobrará las tasas portuarias generadas por la estancia del Orobica, que ascienden a unos 30.000 euros; y el remanente calculado en 700.000 euros irá a parar a la hipoteca naval.
La Autoridad Portuaria reiteró su agradecimiento por la colaboración que ha mantenido a lo largo de todo este proceso el Juzgado número 5, ya que tanto el magistrado como todo el personal del mismo ha cooperado de una manera muy positiva en un procedimiento que ha sido definido como “largo y complejo” por los muchos flecos que ha tenido. El caso del Orobica era distinto a los otros de buques abandonados a su suerte en el puerto, puesto que mientras en el caso del Chariot y el Rhone eran auténtica chatarra, el buque de bandera maltesa, país que ha debió dar el visto bueno a que el mismo saliera remolcado fuera del puerto, nada más que tenía cinco años desde su construcción y se sabía de antemano que su venta no sería tan difícil.
En el primer trimestre de 2014, la Autoridad Portuaria ha logrado deshacerse de los tres barcos que ocupaban el dique de poniente del Muelle de España, una medida de suma importancia ya que la rentabilidad de los atraques se encuentra en el movimiento de entrada y salida de barcos.