Ciudad e Instituto Carlos III instalaron ayer un equipo para tomar muestras de junio a diciembre.
La Consejería de Sanidad inició ayer una nueva fase de la cuarta campaña de medición de la calidad del aire con la colocación de los equipos necesarios para la captación de partículas PM 10 (partículas de mayor tamaño como cemento, hollín, polen o ciertos polvos) y PM 2,5 (pequeñas con gran poder de penetración procedentes de la combustión del tráfico o el humo de las industrias), lo que permitirá conocer su grado de concentración. Este trabajo se lleva a cabo en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III y se desarrollará de junio a finales de diciembre.
Saúl García Dos Santos, profesor de la entidad nacional copartícipe, instaló ayer los equipos en la azotea del edificio polifuncional de Puertas del Campo, donde estuvo acompañado de Abdelhakim Abdeselam, consejero de Sanidad; Rebeca Benarroch, jefa de Servicio de Sanidad Ambiental, y técnicos de este área. Esta fase comprenderá 92 muestreos, durará 93 días y se recogerán cada tres. “Las conclusiones no son ni mucho menos negativas, sino que estamos evaluando la repercusión de la sanidad ambiental”, aclaró Abdeselam.
La Ciudad dispondrá “en breve” de un sistema de valoración de aire en continuo de modo que Ceuta, en cuanto lo tenga, se incorporará a la red nacional de calidad del aire, avanzó Abdeselam. Una iniciativa que realiza Sanidad Ambiental, con Benarroch al frente, con el fin de mejorar la calidad del aire y por tanto mejorar las condiciones sanitarias de los ceutíes.
Abdeselam señaló que mantienen “conversaciones” en torno a este sistema y “ya está ultimada” su adquisición con “financiación de los fondos europeos”. Su instalación, prosiguió el consejero, tendrá lugar “más pronto que tarde” y permitirá que este tipo de captación se prolongue durante todo el año en vez de limitarse a periodos cortos.
Aunque hasta el momento carece de datos sobre el presupuesto de este dispositivo que evalúa la calidad del aire en continuo, “sí puedo decir que se está trabajando para que tengamos esa posibilidad con el objetivo de formar parte de la red nacional de calidad del aire”, respondió el máximo representante de Sanidad a preguntas de los periodistas.
Los estilos de vida, es decir, los hábitos saludables, junto a la sanidad ambiental, constituyen el 50 por ciento de la posible aparición de patologías o bien de su complicación, valoró Abdeselam en base a los últimos análisis científicos relativos a la relación entre calidad del aire. Por este motivo, “es muy importante desde el punto de vista de la prevención intentar minimizar y, por tanto, disminuir ese impacto desde la salud ambiental”, planteó el consejero.
“Sabemos que estas sustancias que están en suspensión puede provocar sobre ancianos, niños y pacientes enfermedades respiratorias o cardiacas de cierta repercusión y por eso se están valorando estas mediciones para mejorar todo ese impacto”, explicó Abdeselam.
Los tres pilares del II Plan de Salud de Ceuta
Aprobado por el Pleno, el II Plan de Salud de Ceuta, en vigor hasta 2017, se basa en tres pilares: los estilos de vida, la salud ambiental y las enfermedades con más impacto en la ciudad autónoma. En Sanidad y Salud Ambiental cuentan con varios programas como el de contaminación acústica, es decir, todas aquellas medidas para que su impacto sea minimizado; el de contaminación ambiental porque pueda provocar efectos nocivos sobre las personas a través de puntos de muestreo repartidos por la ciudad así como la elaboración de estudios a partir de las conclusiones; y finalmente la acreditación de la mejora de los indicadores de agua de consumo. “Esos tres pilares son muy importantes porque incidirán en la calidad de vida”, indicó el consejero de Sanidad.