Agentes marroquíes interceptaron más de 2.000 teléfonos móviles que estaban siendo introducidos por el paso del Tarajal como parte del tráfico comercial que se mueve con porteadores.
Valorados en más de 2 millones de dirhams, estaban dentro de cajas de madera usadas para el traslado de pescado y fueron localizados por los aduaneros en un registro efectuado de madrugada.