Ceuta tiene ‘cantera’ cofrade. Un año más, las puertas del Colegio San Agustín volvieron a abrirse una soleada tarde de abril para dejar que los escolares llevaran en procesión por las céntricas calles ceutíes al Cristo de la Infancia y a la Virgen de la Inocencia.
Mantillas, acólitos, nazarenos, costaleros y músicos participaron en una tradición que ya está totalmente recuperada y a través de la que se puede ver el fervor y la devoción de las generaciones venideras.
En su recorrido, la procesión pasó por calles emblemáticas como Velarde, Amargura o Paseo del Revellín, y fue muy seguida en lugares como la Plaza de los Reyes, donde numerosos ceutíes se agolparon para ver pasar al Cristo de la Infancia y a la Virgen de la Inocencia.
Los pasos contaron, por segundo año consecutivo, con el acompañamiento de la Agrupación Musical de ‘La Amargura’. Uno de los momentos más emocionantes fue cuando los pasos entraron por la puesta trasera de la Iglesia de San Francisco a realizar su estación de penitencia.
Los pequeños recibieron aplausos de cariño durante todo el recorrido de una procesión que ha sido organizada por la Asociación de Vecinos del Centro y que ya forma parte de las tradiciones ceutíes.