Los inmigrantes vietnamitas que quedaban en el CETI después de que cuatro se escaparan por distintas vías a la península, fueron trasladados ayer a Madrid en una de las salidas organizadas para garantizar su acogimiento a través de oenegés. El grupo, de los más reducidos que ha permanecido hasta la fecha en el centro del Jaral, llegó a Ceuta por sorpresa, engañados por las mafias, y terminaron confundidos, abandonados en una ciudad de la que hasta ayer no han podido marchar.
Con alto poder adquisitivo, los componentes del grupo llegaron por dos vías distintas. Unos aparecieron en la Marina, durmiendo, en donde fueron localizados por la Policía Nacional sin que se sepa a ciencia cierta la vía que usaron de entrada. Otros fueron interceptados por la Benemérita en una balsa neumática dirigido por dos marroquíes que fueron detenidos.
El colectivo ha permanecido en el CETI desde el pasado verano aunque con fugas en el seno del grupo.