{jaimage crop="ML" /}Dos inmigrantes subsaharianos han muerto tras participar en un intento de pase llevado a cabo por siete compatriotas en la tarde del pasado jueves a bordo de una embarcación tipo balsa. El resto de personas que integraban esta expedición clandestina fueron interceptados por la Gendarmería marroquí, que se hizo cargo de todos ellos.
Según los datos que han sido facilitados a El Faro por fuentes del vecino país, la salida de la embarcación fue detectada cuando intentaba aproximarse a Ceuta por la bahía sur. Agentes de la Gendarmería detectaron su marcha procediendo a interceptarla. En dicha intervención fallecieron ahogados dos de los ocupantes al arrojarse al agua, posiblemente por el temor a ser detenidos y en un intento por evitarlo. Los gendarmes se encontraron ya con los dos cadáveres y los recuperaron, haciéndose cargo además de del resto de subsaharianos, trasladándolos a la costa.
El grupo había intentado salir de Marruecos en embarcación, al igual que hace una semana lo intentaron otras 34 personas, divididas en dos grupos, que buscaron su penetración en aguas ceutíes por ambas bahías. Todos ellos fueron interceptados por la Gendarmería después de que los agentes de la Benemérita que integran las unidades de los búhos los detectaran con las cámaras térmicas.
Después de este intento de presión no ha habido nuevos acercamientos ni por la frontera ni por el perímetro, aunque sí se han visto grupos muy reducidos en las cercanías. Nada que ver con la presión que registra Melilla, en donde esta misma semana cerca de mil inmigrantes intentaron llegar hasta la ciudad hermana, siendo detectados antes por las cámaras de la Guardia Civil lo que ayudó a que las fuerzas marroquíes frenaran su acceso a esta ciudad.
Según los datos que maneja la Delegación del Gobierno, en el entorno más cercano a Ceuta se estima la presencia de unos 10.000 inmigrantes que tienen como propósito el acercamiento y escapada de Marruecos. Viven no solo en los montes fronterizos cercanos sino también en pensiones o en los denominados pisos patera a la espera de conseguir el dinero para marchar hacia la península o aproximarse a Ceuta. Los controles policiales endurecidos por Marruecos hacen cada vez más complicadas las salidas.