La Orquesta Filarmónica de Lemberg (Ucrania) cautivó ayer al público caballa consiguiendo un lleno absoluto en el Auditorio del Revellín con motivo del tradicional Concierto de Año Nuevo organizado por la Sociedad Amigos de la Música. Bajo la dirección de Aidar Torybaev, quien comenzó su carrera en el Coro de la Academia Estatal de Música de Alma-Ata y con la Orquesta Sinfónica de ópera Chaikovsky, de Ucrania, la Filarmónica de Lemberg puso en escena varias piezas musicales a las que el público concentrado en el Auditorio se entregó con respeto, disfrutando de la primera gran oferta cultural de este año. Como soprano se contó con Anastasia Kornutyak, quien a sus 26 años atesora gran cantidad de premios conseguidos en concursos nacionales e internacionales. Desde el año 2012 es solista en el Teatro Nacional de Ópera y Ballet de Lviv. Se escucharon obras de Strauss como Cuando actúo como una inocente campesina o la opereta El Murciélago y de Tschaikowsky como la ópera Eugeni Onegin o el vals La Bella durmiente, El lago de los cisnes y El Cascanueces, además de Los cuentos de Hofmann o el vals Rosas del Sur y polkas como El tren del deseo, A la caza o Ana, tal y como se había anunciado en el programa.
La Orquesta Filarmónica de Lemberg proviene de la ciudad ucraniana del mismo nombre y fue fundada a mediados del siglo XIX por Franz Xaver Mozart, hijo del compositor austriaco. En la segunda mitad del siglo XX el trabajo de la orquesta comenzó a tener cada vez más proyección internacional. Como una orquesta con dirección suiza y músicos ucranianos la Orquesta Filarmónica de Lemberg cautiva al público con su repertorio en todos los puntos a los que acude.