Bel dejó claro que las inspecciones que se están llevando a cabo no solo van a quedarse en la mera labor del desempadronamiento, sino que van a perseguir a las personas que se están dedicando a empadronar en sus viviendas de forma irregular a otras personas para obtener así un lucro económico. “Los que den cobijo también serán denunciados”, dijo ayer la consejera. Y es que el grupo específico de la Policía Local que está llevando a cabo estas revisiones se ha topado con viviendas en las que estaban registradas hasta 25 personas, algo que demuestra que además de ser falso hay una connivencia del dueño y ocupante de la casa con extranjeros a los que les permite figurar como empadronados en su hogar sin ser cierto.
En un año (de octubre de 2012 a octubre de este año), la Ciudad ha dado de baja a 945 personas extranjeras, de las que 680 han sido detectadas en inspecciones aleatorias y 265 en los llamados pisos patera, es decir, viviendas que sirven para favorecer esas prácticas. En total han sido inspeccionadas hasta 71 viviendas y se tiene en cartera hacer inspecciones en otras 175 que se sospecha están sirviendo para el empadronamiento fraudulento. La Policía Local se guía por unos criterios básicos para definir lo que es piso patera, entendiendo que en las viviendas en donde hay registradas más de ocho pueden ser susceptibles de serlo.
La idea de la Ciudad es seguir en ese camino de inspección, para lo que cuenta con un grupo del Cuerpo Local que ha sido ampliado y que de manera específica actúa por su propia iniciativa o de oficio. En todas las inspecciones que han dado lugar a los desempadronamientos se ha actuado con los informes debidos, cumpliéndose el protocolo fijado para llegar a la determinación de que se está ante una ilegalidad.
Hubo un tiempo en el que las Administraciones estaban dormidas o, cuando menos, no tan implicadas en lo que se ha convertido en una problemática clara. Los datos lo demuestran y explican el inicio de una actuación con la que se pretende evitar que exista un fraude. Así, en 2009 solo se produjo una baja en el padrón. En 2013, han sido 793 las bajas, todas de extranjeros, colectivo al que corresponde el 34% de las solicitudes de empadronamiento que se tramitan.
Bel ha reconocido que hay picaresca, pero que también se está actuando con medios y refuerzos para evitar no solo que no vaya a más sino que, también, se corte.
Objetivo: “Seguir en esta línea” para evitar que haya más fraude
Una persona empadronada de manera irregular puede tener una serie de beneficios aun sin residir en Ceuta. Puede gozar de ayudas económicas y puede, en el caso de los extranjeros, obtener la nacionalidad al demostrar una estancia de tiempo en España que realmente no existe. Ahí está lo grave y por eso saltaron las alarmas en las Administraciones, que se pusieron manos a la obra para terminar con esta situación. “Esto no ha llegado a su punto y final”, advertía ayer la consejera Yolanda Bel, matizando que, de hecho, se va a “seguir en esta línea” para evitar que la bolsa de empadronamientos irregulares sea cada vez mayor. En el Negociado de Estadística se han tenido que efectuar mejoras, creándose, por ejemplo, un registro auxiliar para dar mayor agilidad y facilidad al ciudadano que desarrolla sus gestiones en este ámbito. También se ha aumentado el grupo de policías locales dedicados a este menester y se dispone de una herramienta coordinadora que recoge las pautas y líneas que deben seguirse a la hora de realizar los trámites del empadronamiento.