Partiendo de la base que todos conocemos en relación a que los Planes de Empleo no sirven para la verdadera misión que se crearon y que hoy en día se han convertido en un subsidio para unos 1.400 trabajadores. Trabajadores que, por supuesto, en su mayor parte desarrollan sus horas de trabajo, pero que no tienen una consecuencia directa para que los mismos puedan integrarse con posterioridad en el mercado laboral. Igualmente sabemos que tanto la Ciudad Autónoma como la Delegación del Gobierno han enviado sendos informes hace tiempo al Ministerio de Empleo y Seguridad Social para que se produzca una reforma en profundidad de la filosofía de estos Planes y que al final tengan una incardinación básica destinado al enlace con el trabajo posterior. Dejando de lado esta posibilidad de futuro, hay que recordar que los dos grupos mayoritarios de la Asamblea aprobaron recientemente unas fórmulas concretas para mejorar la selección de las personas desempleadas que son llamadas a trabajar en los Planes de Empleo. Al final, la respuesta definitiva estará en manos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, pero confiemos en que exista voluntad política, porque esas propuestas nacidas del pleno de la Asamblea están tomadas de la experiencia de Ceuta.