En la tarde de ayer, cuando los voluntarios de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Melilla acudieron a las instalaciones para atender a los cerca de 400 perros y gatos que tienen allí acogidos se encontraron con la desagradable sorpresa de que en medio del camino había un socavón que les impedía totalmente el acceso a la perrera. La Policía Local, Nacional y el Cuerpo de Bomberos se acercaron al lugar, pero lo único que pudieron hacer fue poner un palé de madera para que los voluntarios pudieran acceder.
La solución no es suficiente para los cuidadores que allí estaban, entre ellos, Cristina que, en declaraciones a El Faro, explicó que la Policía, tras ponerse en contacto con los responsables de las dos obras que se están realizando en la zona, les dijo que no podían hacer nada hasta el lunes o el martes. “Nos han dicho que no pueden hacer nada y que mal arreglo tiene por ser viernes”, explicó y añadió que los responsables de la obra se escudan en que se trata de un terreno privado. Ello implica que durante todo el fin de semana los animales allí acogidos estarán desatendidos, pues no podrán ser asistidos por el veterinario y el camión que lleva el pienso no puede dejar allí la carga. Pero no sólo eso, “si se produce un incidente o un incendio, como ya ha pasado en alguna ocasión, los servicios de emergencias no podrán acceder al lugar y los animales podrían morir. A nadie le importa”.