No supondrá ningún coste para la Ciudad, habrá más contenedores para recoger las pilas usadas y la propia empresa gestora Ecopilas será la que se ocupe de su traslado y reciclaje. Hoy mismo la Ciudad firmará un convenio con dicha empresa del que el consejero de Medio Ambiente, Gregorio García Castañeda, destaca el “coste cero que nos va a suponer” y tras el cual se iniciará una campaña de concienciación sobre la importancia de no tirar las pilas a la basura por su alto grado contaminante.
Las pilas se llevan a una planta de reciclaje, donde el mercurio se separa de otros metales y el resto de materiales que constituyen las pilas pueden ser recuperados. De esta manera, se recicla un residuo peligroso y se evita que pueda contaminar el medio ambiente y perjudicar la salud de las personas. Las pilas serán almacenadas en previsión de poner en marcha de forma inmediata un sistema por medio del cual serán trituradas mecánicamente, y se obtendrá escoría férrica y no férrica, papel, plástico y polvo de pila. Las tres primeras fracciones se valorizan directamente. El polvo de pila sigue diferentes procesos para recuperar los metales que contiene altamente contaminantes.