La rampa que se sitúa en la puerta de la Santa Iglesia Catedral para la entrada y salida de personas con discapacidad que vayan con sus sillas de ruedas y también para las salidas de los pasos ha tenido que ser atornillada y fijada en el suelo debido a que en los últimos días estaba siendo utilizada por niños para jugar. Al parecer, algunos jóvenes utilizaban esta rampa para colocarla en un lugar cercano de esta plaza y jugar con ella para saltar con sus bicicletas o patines. Este elemento lo cogían hasta que los encargados de la Santa Iglesia Catedral se han dado cuenta de lo ocurrido y han tomado una medida para que no sea utilizado para jugar ya que algún día podría perderse o resultar dañado. Tras ser fijada en el suelo con tornillos, la rampa no podrá ser retirada y este elemento, que es tan importante para hacer accesible el templo para todas las personas, permanecerá siempre en su lugar.