Corría el año 2005 cuando un joven Mohamed Alí, como cabeza visible de la entonces UDCE, reclamaba en pleno la colocación de una parada de autobús en el Serrallo. Llegó a contar con el apoyo del desaparecido Mustafa Mizzian, en una batalla por dar a los vecinos algo tan básico como una infraestructura que les aportara seguridad y una mínima dotación. Desde aquello ha llovido mucho: mociones plenarias varias, compromisos que no llegaron a cumplirse... así hasta un reciente acuerdo plenario con el que se daba el espaldarazo definitivo a aquella propuesta.
“Es conocido que los vecinos del Serrallo no disponen de una línea de autobuses que les permita desplazarse a otras zonas de la ciudad, y esto lo sufren en gran medida los menores de edad escolar que viven en dicha zona, ya que diariamente tienen que realizar el trayecto andando desde el Serrallo hasta el Colegio de Santa Amelia por una zona que carece de aceras, teniendo en cuenta que por esa zona en la actualidad pasan camiones de grandes dimensiones, además de todo tipo de vehículos militares, sin mencionar las dificultades meteorológicas, es por lo que pedimos una parada”. Esta es la lectura íntegra de aquella petición que tuvo que volver a repetirse en varias ocasiones,topándose con una administración lenta que parecía centrarse en las grandes actuaciones y olvidarse de las pequeñas obras. El 30 de marzo de 2006, justo un año después de aquella iniciativa, UDCE volvía a presentar, en otro pleno, la misma propuesta, haciendo hincapié esta vez en la inseguridad que rodeaba a los residentes en la zona al verse obligados a transitar por una carretera sin acerado para buscar la parada de autobús más cercana. “Los vecinos de Serrallo nos han comunicado el grave riesgo para su seguridad que supone su desplazamiento desde su barriada hasta la barriada Juan Carlos I bien para poder hacer uso del transporte público o bien, en el caso de los menores, para acudir a los colegios, ya que transitan los vecinos a través de la carretera, y dicho trayecto no dispone de calzada ni de acerado, y el peligro es máximo cuando por dicha carretera transitan vehículos militares y camiones de gran tonelaje”, denunciaban.
Las carencias en la zona han constituido un auténtico caballo de batalla para la formación de Alí, primero en solitario y, después, en unión con el PSPC. Aplicando el dicho de que quien la sigue la consigue y tras promesas que nunca terminaban de llevarse a cabo, ahora la construcción de esta parada cobra visos de ser una realidad.
Los obreros se afanan en terminarla, y aunque el último compromiso de la institución municipal era tenerla lista para el mes de febrero, es evidente que dicha meta no se alcanzó pero sí que se dispondrá de esta infraestructura en breve.
El portavoz de Caballas, Mohamed Alí, aplaudía la puesta en marcha de la obra, que supone la culminación de una política de peticiones testaruda de la que nunca se ha apeado la oposición. La señal asoma ya en lo que será la futura parada obligada para los autobuses de Hadú Almadraba, mientras los vecinos esperan que esta vez sí el Serrallo disponga de su marquesina, de su estación de paso de bus y de una dotación de la que, desde hace años, disfrutan los vecinos de otros barrios. El Serrallo también existe. Ahora lo parecerá aún más.