cuya fachada amaneció ayer preñada de pancartas contra las intenciones del Gobierno, y pregunta al periodista para quién trabaja. Cuando se entera, le anima a dar a conocer su situación.
Mercedes Gómez, de 44 años, es una de las 22 personas que habitan el desvencijado inmueble: “Diez adultos, tres ancianos, ocho niños y un recién nacido”, según reza la enumeración de una de las sábanas del portal.
Su caso es particular porque se trata de las más veterana en la plaza, adonde llegó para pasar “unos días” en 1986. Lleva más de un cuarto de siglo en el edificio. Primero, durante media docena de años, en la planta baja; después, después en la más alta, donde se queja de sufrir goteras insoportables que nadie se aviene a reparar.
“Hace dos años nos iban a llevar a todos los vecinos al Hacho, ya teníamos hasta las llaves, pero como dos no podían hacer frente a los pagos requeridos nos dejaron a todos aquí”, lamenta mientras enseña un folio repegado con celofán, el que a mediados de los ochenta acreditó que con la demolición del Cuartel del Revellín no tendría dónde quedarse.
Desde entonces, “aunque hemos pedido hacerlo”, no ha pagado ni una peseta ni un euro en concepto de alquiler o renta. Es lo que jurídicamente se denomina estar ‘en precario’, esto es, facultado para “utilizar gratuitamente un bien ajeno”.
Según su versión, en la misma situación se encuentran las seis familias del centenario bloque de González de la Vega, en cuyos bajos se encuentra un establecimiento comercial cuyos propietarios fueron los que pararon los pies a la Ciudad en los Juzgados cuando quiso declarar en ruina el inmueble. Sin embargo, denuncia, “el Gobierno sólo le ha ofrecido casa a la vecina del bajo”.
“Todo lo que ha dicho el PSOE sobre lo que nos está pasando es la verdad: no se nos ha dado información ninguna y cuando hemos ido a preguntar, tras leer en el periódico que iban a vender el bloque, es que ‘el comprador verá lo que hace con vosotros”, repite casi textualmente lo relatado el jueves en rueda de prensa por Carracao.
“¿Esa es forma de contestar? ¿Es justo dejarnos aquí año tras año esperando a que se caiga el edificio, diciéndonos que no hay dinero para reparar nada?”, pregunta airada. Anteayer, viendo que al vecindario de Serrano Orive se le prestaba más atención, se pegó al grupo y tomó nota. El que no llora no mama.
Y el grupo ha empezado a llorar en formar de ‘pancartada’ y misiva al presidente de la Ciudad, al que los vecinos ya han remitido una carta solicitándole una entrevista personal, exactamente el mismo camino por el que optaron y lograron resolver sus inquietudes los inquilinos de las VPO cercanas.
Un bloque tasado en 283.000 euros
El portavoz del Gobierno de Ceuta, Guillermo Martínez, aseguró ayer, contra la versión de los vecinos, que la situación de cada una de las familias de González de la Vega es “distinta” y que las soluciones que se les podrán ofrecer tendrán que ser también, por tanto, diferentes. El Acuerdo Plenario de julio de 2008 al que deberá someterse el comprador del inmueble, si aparece, dice que el bloque de González de la Vega, tasado en 283.000 euros, debe destinarse a “paliar la carencia de vivienda en esta ciudad para determinados colectivos”.