Agentes de la Guardia Civil interceptaron de madrugada a un varón que cruzaba de Ceuta a Marruecos a través del espigón, desarrollando una ruta clandestina a la inversa. Su idea no era huir del vecino país sino llegar a él por una vía ajena a la regular.
Iba, además, enfundado en un traje de neopreno, con aletas, careta y tubo. Al margen de la curiosidad del caso no es para nada un hecho aislado. Las fuerzas de seguridad se han topado con situaciones de este tipo tanto en el mar como en la valla, pero solo en algunos casos han sabido dar con una explicación.
Fuentes oficiales del Instituto Armado no han podido confirmar este asunto que, en cambio, sí está verificado a este periódico de manera oficiosa.
Otros casos similares
En agosto de 2020, por ejemplo, los agentes interceptaban a un subsahariano residente en CETI y senegalés saltando la valla al revés. Una ruta que pocos días antes había seguido un marroquí atrapado en Ceuta que buscaba volver a su hogar, como ahora siguen haciendo aquellos que tienen los documentos caducados, pero pernoctan de forma ilegal en nuestra ciudad.
Ese es el grueso más importante: personas que buscan de esa forma cruzar a Marruecos para poder ver a sus familiares y regresan después a bordo de pateras de pesca, en muchos de los casos, para continuar trabajando de forma clandestina en Ceuta.
Evitar las verificaciones en frontera
Esas son las situaciones más comunes, aunque el Instituto Armado ha dado con individuos protagonistas de sucesos graves por su condición delictiva. Individuos que, estando en busca y captura, huían a Marruecos para evitar que su documentación fuera verificada en el paso fronterizo. Algunos de esos delitos son graves.
Precisamente para que no verificaran su documentación, en julio de 2023 colaron a un fugado de un procedimiento judicial también por vía marítima.