La apertura del paso fronterizo de Benzú para mercancías fue una de las cuestiones que más tiempo consumió en la jornada de ayer durante la sesión plenaria. Es cierto que lleva siete años cerrado a cal y canto para esta cuestión, pero nadie asegura y con total tino lo pondrán dentro de nada encima de la mesa los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad que las circunstancias no han cambiado. Donde hay que ejercer la presión es en remozar el paso del Tarajal. Ahí es donde todos los grupos políticos deberían estar de acuerdo. Lo de ir más allá, es decir, conseguir una aduana comercial con Marruecos sería la panacea en las relaciones fronterizas, pero todos sabemos que una cosa es lo que quieren los españoles y otra lo que permitirán los marroquíes. Y saber hasta que punto la Unión Europea estaría dispuesta a presionar con Marruecos para que acepte algo normal en las relaciones entre los países como es contar con una aduana que tenga todas las benficiones. ¿Quién se lo cree?