El responsable nacional de los médicos, Juan José Rodríguez Sendín, y el de la Ciudad, Juan Vivas, entre los asistentes a la toma de posesión del nuevo equipo colegial local
Los momentos de tempestad exigen unidad y resistencia. Estos, los presentes, como todo el mundo conoce, son tiempos de tempestad y la unidad de los médicos, esa “profesión de profesiones”, ha decidido en su colegio profesional la mudanza, un gesto de dinamismo más halagüeño que la parálisis reinante en estos días de pertinaz crisis. Un indicativo de la hondura de la situación estuvo contenido en los discursos de los participantes en la ceremonia. A la crisis aludieron ayer las tres presidencias que dieron lustre a la toma de posesión de la nueva junta directiva del Colegio Oficial de Médicos de Ceuta: su nueva presidenta, Manuela Gómez, el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, y el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas.
Con las palabras de la flamante presidenta culminó el acto protocolario de la toma de posesión de la nueva junta directiva del colegio, “la casa de todos los médicos”, insistió su presidenta, primera mujer en el cargo directivo. La mayoría optó por el juramento sobre la biblia. En los evangelios de Gómez, con el mal presente en estos instantes de precario hundimiento, aparece un “pacto por la sanidad”. “El compromiso de los médicos con los pacientes debe ser correspondido por el de la Administración con los médicos”. Con la Administración local como testigo de excepción –al presidente Vivas lo acompañaban la vicepresidenta primera de la Asamblea, Adela Nieto, y el consejero del ramo, Hakim Abdeselam–, Gómez informó de la celebración “el mes que viene” de una asamblea general .
Los otros dos presidentes presentes en la sede colegial, a la que acudió medio centenar de profesionales, no eludieron hablar de lo relevante. Había que celebrar la toma de posesión, claro, la nueva presidenta cosechó las loas de todo aquel que tomó la palabra. Pero nunca sobra que alguien proclame que el rey está desnudo. “Con la que está cayendo y las barbaridades que cometen los responsables financieros y políticos”, dijo Rodríguez Sendín haciendo referencia a las palabras de la portavoz del FMI: dos años más de recesión. “Algo se hizo mal y se sigue haciendo mal”, declaró el presidente de los médicos españoles, que advirtió las consecuencias de la crisis económica en la salud. “La crisis mata más gente que los terroristas”, manifestó silenciando al respetable.
A Vivas, el tercer presidente en la sala, Rodríguez Sendín lo obsequió con un código deontológico recientemente editado. De la crisis de valores también habló Vivas, cuya lectura actual, confesó, está relacionada con los naufragios. La intervención de Vivas acumuló citas, pleonasmos y paralelismos: más figuras retóricas que las contenidas en la enorme biblia que lucía roja en la mesa de posesiones. Al juramento hipocrático le siguió el recuerdo a Maimónides, a la mención a la ética en tiempos de penurias le precedió “la limpieza del corazón ceutí”. Y el optimismo, la calma de la tempestad, como colofón del acto: una mención al nacimiento de los primeros organismos colegiales ceutí y español durante la década de los años 20, tiempo de “creatividad y emprendimiento”. Así sea.