“Envidia tiene la fuente de color de su carita divina”. Estas son parte de las letras que nos acompañan de fondo en reuniones de Navidad y, de nuevo, se han dejado escuchar por las calles de Ceuta. Esta vez ha sido el coro de la hermandad del Rocío el que le ha dado voz a este villancico popular frente al Hotel Ulises.
No ha sido el único reconocido de la lista preparada para celebrar este día con los vecinos. Los peces en el río han vuelto a “beber y a beber” y San José también ha cantado a través de los integrantes de la formación musical.
Sin muchos adornos, con pocos instrumentos como acompañantes, han resonado por el centro de la ciudad y han atraído la mirada de todos los curiosos. Muchos se han parado a verlos y a disfrutar con ellos de estas piezas tradicionales.
El coro se ha encargado de repartir libretas con las letras de cada una de las canciones para darles la oportunidad de participar en el concierto a los asistentes.
La voz como protagonista
Una actuación en la que la potencia de sus cuerdas vocales ha sido la protagonista. Los tonos flamencos no han faltado en esta ocasión como en otras anteriores. Al llegar a la zona, han colocado sillas, micrófonos y altavoces. Apenas han hecho ruido. Solo han emitido murmullos que se han mezclado con un fuerte olor a anís.
Mayores, niños en carritos, madres, padres y amigos han presenciado la zambomba. Una muchedumbre se ha concentrado alrededor de ellos en círculo. Algunos están junto a sus mascotas y otros comparten algún refresco con amigos.
Tampoco han faltado los abrigos, gorros u otras prendas para calentar el cuerpo en una jornada de diciembre que le ha dado un respiro al frío por el día. Sin embargo, al oscurecer, vestir de chaquetón se ha hecho necesario.
El grupo rociero ha cantado con una noche ya caída y patente, ante el vaivén de la calle y de su público que, en silencio, ha contemplado su espectáculo en plena calle de Ceuta.