Se han llevado unas horas a la espera de que la puerta se abra. Ante la falta de respuestas, se han personado en el SEPE, pero tampoco han podido ofrecerles ayuda. Solo hacer una llamada sin éxito. Es la situación a la que se ha visto expuesto un grupo de unas diez personas de Ceuta citadas este jueves en la sede administrativa de Tragsa.
El único trámite a cumplimentar es un sello, una rúbrica que les da la oportunidad de acceder a un proceso de selección para un puesto de trabajo. De hecho, han tenido el recelo de que le sea retirado de forma temporal su subsidio de no asistir al encuentro y obtenerlo. Esta ha sido la mayor preocupación de estos parados que han tratado de solventar este inconveniente en el antiguo INEM.
La norma dicta que una persona beneficiaria tiene como obligación buscar de forma activa un empleo. Debe aceptar colocaciones adecuadas, así como formaciones y, de lo contrario, si no hay una causa justificada, ello se considera “una infracción grave” que se sanciona con la suspensión de la ayuda por un tiempo “la primera vez, tres meses, si se reincide, seis meses y, en una tercera, se extingue”, según señala el portal oficial del Ministerio de Trabajo.
Obras en la oficina
La razón por la que han encontrado el despacho cerrado a cal y canto ha sido el transcurso de unas obras. A su llegada se han percatado de un cartel en el que se indica que, debido a este motivo, solo se ocupan de citaciones establecidas con antelación por teléfono.
“No hay atención al público”. Es lo que han leído en esa advertencia, un aviso que les ha generado el temor a perder por un tiempo el subsidio ante la posibilidad de que su ausencia sea interpretada como un rechazo a una oferta. Su mañana se ha convertido en un paseo de un lado a otro. Así lo han contado los propios afectados a El Faro, medio al que han trasladado su denuncia pública.
La suya sí ha sido concertada de antemano y, según las indicaciones, los interesados han tenido este jueves o este viernes para adquirir el sello. “Nos llamaron. La mayoría ha venido por obligación porque pueden perder su prestación. No se han sentido del todo seguros de ir mañana porque es el último día”, ha explicado uno de los vecinos en la cola. “El problema es que nos han fastidiado porque tenemos hijos y responsabilidades. No se puede estar aquí todo el día”, ha manifestado.
Alrededor de la una del mediodía es cuando finalmente han logrado tenerlo. Algunos de ellos se han presentado al local en el Paseo de las Palmeras sobre las nueve de la mañana. Después de la demora, la oficina se ha abierto y, en ella, les ha atendido un técnico. Los papeles han sido repartidos y así se ha terminado su inquietud.