Ceuta y Melilla han hecho sus deberes. Tienen hoy por hoy cumplidas sus tareas a pie de frontera, con los sistemas operativos y la suerte de cámaras listas para que cruzar el paso con Marruecos tenga no solo un control en materia de seguridad, sino que sea más rápido y sencillo con la implantación del sistema de reconocimiento facial.
Es lo que se bautizó como una frontera propia del siglo XXI, una obra que ha absorbido, junto con la valla, una inversión de más de 22 millones de euros en solo seis años.
¿Qué es lo que sucede entonces para que en pleno noviembre no esté en funcionamiento la llamada frontera inteligente? En este caso, como sí sucede con la aduana comercial, no hay fantasmas que perseguir, ni presiones de Marruecos y Mohamed VI o nula reacción de España. La causa hay que encontrarla en otros países.
Tal y como concretan a El Faro fuentes de la administración central, Francia, Alemania y Países Bajos no tienen listos sus dispositivos fronterizos lo que hace imposible la activación del sistema.
La frontera cuenta con el sistema inteligente europeo, el llamado Entry/Exit System implementado en toda la Unión Europea, pero debe entrar en funcionamiento a la vez en todos los países miembros. En el último Consejo Europeo de Interior celebrado en Luxemburgo se comunicó que en esos países no se ha cumplido con todos los trámites.
Cuando esto suceda, debe ejecutarse a la vez en todos esos países la entrada en funcionamiento tanto del EES (Sistema automático de entradas y salidas, por sus siglas en inglés) como del (ETIAS) Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes), un procedimiento electrónico planificado de autorización de la Unión Europea para visitantes exentos de visado que viajan al espacio Schengen.
Normativa comunitaria y controles
La implantación del EES, a la que la Unión Europea ha aportado casi cinco millones de euros, incluye una actualización y modernización de los accesos y salidas, tanto para peatones como para vehículos, así como la instalación de nuevos sistemas tecnológicos.
La normativa comunitaria establece un Sistema de Entradas y Salidas para registrar los datos de acceso, abandono y denegación de llegada relativos a nacionales de terceros países que crucen las fronteras exteriores de los Estados miembros. Pero todo esto debe ponerse en marcha a la vez y quedan países por cumplir con las metas fijadas.
Noviembre fue la última fecha conocida oficialmente para el estreno de la nueva frontera que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, visitaba este pasado julio. Fue entonces cuando comunicó que la nueva frontera sería una realidad en el conjunto de Europa a finales de año, sin contar con que otros países no han cumplido con la agenda estipulada.
Con los controles se alcanzará mayor seguridad y se avanzará en combatir la usurpación de identidad y la utilización fraudulenta de documentos de viaje, así como contribuir a la prevención, detección e investigación de los delitos de terrorismo o de otros delitos graves, permitiendo obtener información en las investigaciones de dicha clase de delitos relacionada con las personas que hayan cruzado las fronteras exteriores.